Cómo cambiar tus pensamientos negativos

Hoy te dejamos claves básicas de cómo cambiar tus pensamientos negativos por ideas positivas que te permiten avanzar.

“No lo conseguiré”. “Esto es demasiado bueno para mí”. “Nunca seré suficiente”. “Seguramente fracasaré”. Estos suelen ser, para algunas personas, pensamientos habituales, aprendidos en alguna etapa de la vida. Patrones de pensamiento negativos que pueden resultar limitantes y dañinos para la salud mental y emocional.

No obstante, es un aprendizaje que puede desaprenderse y mutar hacia pensamientos neutros o positivos, con el fin de mejorar el estado de ánimo de la persona y obtener un progreso vital.

Pensamientos Negativos

Como parte de las funciones del cerebro, en él se fraguan los pensamientos, procesos cognitivos conscientes que pueden ocurrir independientemente de la estimulación sensorial que tengamos.

Estos tratan de juicios, razonamientos, elaboración de conceptos, resolución de problemas y deliberaciones que se suceden dentro de nuestra cabeza y, en algunos casos, se expresan de ciertas formas mediante el lenguaje.

Los pensamientos tienen un efecto en nosotros, no sólo en el estado de ánimo y la motivación, sino en todo el organismo. De ahí que sea conveniente evitar los pensamientos negativos y promover los positivos, incluso modificando los primeros.

Pensamientos Negativos

Los pensamientos negativos son ideas que provocan que nos debilitemos, que perdamos la esperanza o que se interponen en el camino de mejorar la salud. Un pensamiento negativo es generalmente una crítica sobre uno mismo.

Cuando generamos pensamientos negativos se cambian los neurotransmisores, provocando que se cree un patrón de conducta no funcional en nuestra red neuronal. En cambio, las afirmaciones positivas constantes pueden mejorar tanto el estado de ánimo como la manera en la que nos enfrentamos a las situaciones cotidianas.

Por ello te proponemos algunas claves para cambiar los pensamientos negativos por positivos.

Conoce cómo funciona tu mente

Antes de comenzar los cambios de pensamiento, aprende a distinguir qué tipos de pensamiento sueles tener que te llevan a la tristeza, frustración, miedo, etc.

La mente es poderosa para manejarse por sí misma. Si tienes una creencia determinada, la mente buscará comprobarla a través de lo que percibe o atiende. Esto lo hace por medio de sesgos en la atención, la memoria y la percepción; de tal modo que filtra información que no le conviene para mantener la creencia inicial y agranda o magnifica la información que sí le sirve.

Por ejemplo, si crees que la felicidad no es para ti, tu cerebro se fijará en todas las condiciones en las que no has sido feliz, no se acordará de los momentos que sí lo has sido; así tu mente reafirmará la falsa creencia que tiene sobre tu capacidad de ser feliz.

Así puedes darte cuenta que tu mente puede equivocarse, que tus pensamientos no son definitivos y puedes cambiarlos, interpretando de otra manera lo que sucede.

Cómo cambiar tus pensamientos negativos

A continuación, te mostramos 5 pasos a seguir para convertir nuestros pensamientos negativos en positivos:

Elige aspectos a mejorar o cambiar de tus pensamientos y comportamiento.

Elabora una lista con afirmaciones positivas relacionada con los aspectos que quieres mejorar. Escoge al menos tres para cumplirlas.

Escribe las frases en papel y colócalas en sitios visibles para poder recibir inputs positivos durante el día.

Repite este procedimiento varias semanas.

Refuerza los pensamientos con nuevas frases, a medida que estos vayan cambiando.

Efectos de los pensamientos negativos

Ahora que conoces una estrategia es importante que sepas que los pensamientos cambian los neurotransmisores, provocando que, si estamos enfadados usualmente, se cree un patrón de conducta no funcional en nuestra red neuronal.

Por el contrario, los pensamientos y afirmaciones positivas constantes pueden mejorar tanto el estado de ánimo como la manera en la que nos enfrentamos a las situaciones cotidianas.

En este sentido, la práctica del neurofeedback dinámico permite una mejora de la conexión neuronal, así como del envejecimiento cerebral mediante el potenciamiento de la reserva cognitiva.

Sus efectos positivos promueven: