Estas son 8 vitaminas para tu cerebro que debes consumir de forma consante y así mantener su salud.
Son tres los nutrientes esenciales que requiere el cerebro: oxígeno, agua y glucosa. No obstante carecer de otros elementos puede causar deficiencias que irrumpan en su funcionamiento y, por ende, en el desempeño de todo el organismo. No olvidemos que el cerebro es el comandante de todo nuestro cuerpo.
En el proceso de la alimentación del organismo son dos los grandes grupos de nutrientes que requerimos: macronutrientes (grasas, carbohidratos y proteínas) que nos proporcionan energía y los micronutrientes, generalmente derivados de la ingesta de alimentos, son pequeñas cantidades de vitaminas y minerales requeridos por el cuerpo para la mayoría de las funciones celulares.
¿Qué son las vitaminas?
Las vitaminas son compuestos imprescindibles para la vida, ya que, al ingerirlos de forma equilibrada y en dosis esenciales, promueven el correcto funcionamiento fisiológico; éstas son necesarias para el funcionamiento celular, el crecimiento y el desarrollo normales.
Existen 13 vitaminas esenciales, cada una con funciones diferentes en el organismo. La mayoría de ellas se sintetizan al ingerir alimentos que las contienen y el cuerpo las procesa para desempeñar de manera óptima las funciones correspondientes.
Algunas de esas vitaminas son importantes para tu cerebro. Aquí te decimos cuáles y por qué.
8 Vitaminas para tu cerebro
Las vitaminas dan protección y mejorar el funcionamiento de las arterias del cerebro, favorecen el fluir de la sangre y su oxigenación, entre otras de las siguientes cosas.
1. Tiamina (vitamina B1)
Entre las vitaminas para tu cerebro, la vitamina B1 desempeña un papel clave en la conducción de los impulsos nerviosos. Su deficiencia grave puede conducir al síndrome de Korsakoff, un trastorno de la memoria y el aprendizaje, frecuente en las personas alcohólicas.
Encuentra esta vitamina en: pistaches, nueces pecanas, pescado y piñones.
2. Piridoxina (vitamina B6)
Ésta es una de las vitaminas más completas que podemos encontrar. Aporta grandes beneficios al cerebro, ya que favorece la formación de neurotransmisores como la dopamina, epinefrina, norepinefrina, GABA y acetilcolina. La función de esos neurotransmisores, como el nombre lo indica, es la de transmitir las señales que se producen en las neuronas.
Además, la vitamina B6 ayuda en la absorción de la B12, que es una de las vitaminas decisivas para el desarrollo cognitivo.
La deficiencia de vitamina B6 facilita la aparición de problemas como obsesiones o depresión. También incide en el desequilibrio emocional en general y en las dificultades para dormir.
Está presente en: germen de trigo, arroz, patatas, pavo, ternera, pollo, cordero, huevos, leche y productos lácteos, cerdo, mariscos, lentejas, pimientos y frutos secos, entre otros.
3. Ácido fólico (vitamina B9)
Esta vitamina juega un papel protagónico en la síntesis de aminoácidos y la formación de tejido nervioso. Su deficiencia, así como la de otras vitaminas del complejo B, se asocia a problemas de desarrollo infantil.
Consúmelas en: espinacas, espárragos y lentejas.
4. Cobalamina (vitamina B12)
Junto con las anteriores, la vitamina B12 forma parte del complejo B que es fundamental para el funcionamiento del cerebro. La B12 es una de las más importantes pues contribuye a la formación de las células y de los ácidos grasos; es fundamental en la síntesis de diversas sustancias y se encuentra relacionada con la memoria a corto plazo y con la velocidad del pensamiento.
Si te falta la vitamina B12 se evidencia pérdida de la memoria, lentitud mental y cambios de humor en sentido negativo. Muchos investigadores asocian la carencia de B12 con enfermedades como el Alzheimer.
Encuéntrala en: ternera, pollo, pavo y vísceras de animales; trucha, salmón, almejas, cereales integrales, huevo y productos lácteos. Las personas veganas tienen que suplementarse con B12 semanalmente (la dosis según su médico lo indique).
5. Ácido ascórbico (vitamina C)
La vitamina C es importante en la síntesis del neurotransmisor dopamina y protegiendo al cerebro contra el estrés oxidativo. Como esta vitamina no puede almacenarse en el organismo, es recomendable tomar diariamente alrededor de 90 mg, en alimentos como brócoli, coliflor, naranjas, mandarinas o fresas.
6. Vitamina D
Una más de las vitaminas para tu cerebro es la D, la cual desempeña numerosas funciones en la fisiología cerebral, entre las que son destacables la modulación de la plasticidad sináptica.
Su deficiencia puede afectar múltiples procesos cerebrales, incluido el funcionamiento cognitivo tanto en personas con padecimientos crónicos como en sujetos que padezcan enfermedades neuropsiquiátricas. Los científicos, sin embargo, consideran que pueden ser millones las personas que presenten déficit de vitamina D.
La vitamina D puede sintetizarse a través de la exposición a los rayos solares, aunque el miedo al cáncer de piel ha hecho que las personas cada vez se expongan menos a la luz solar y por ello la deficiencia.
Los alimentos que la contienen son: leche y cereales fortificados. Los pescados grasos como la caballa, el salmón, el atún o las sardinas. El hígado vacuno, la yema de huevo y el queso
En todo caso, se puede suplementar para alcanzar los niveles óptimos de la vitamina, según indique el médico.
7. Vitamina K
La vitamina K, por su parte, contribuye a mejorar las funciones de aprendizaje y memoria. Se ha detectado que quienes padecen de Alzheimer, también presentan deficiencia de vitamina K.
Este elemento se encuentra en: el brócoli, las coles de Bruselas, el perejil, vegetales de hojas verdes, espárragos, apio y alimentos fermentados.
8. Vitamina E
La vitamina E es un antioxidante. Eso significa que protege el tejido corporal del daño causado por sustancias llamadas radicales libres. Los radicales libres pueden dañar células, tejidos y órganos. Se cree que juegan un papel en ciertas afecciones relacionadas con el envejecimiento.
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