¿Cómo beneficia el silencio a tu cerebro? El silencio para el cerebro es una especie de bálsamo que le protege y promueve su bienestar. Sus beneficios van desde la neurogénesis hasta la liberación de hormonas que reducen tu tensión arterial y te dan bienestar.
Entre los males ambientales más dañinos —y de los que poco se habla— se encuentra la contaminación auditiva. Particularmente, quienes habitan las grandes ciudades se encuentran expuestos diariamente a altos decibeles que ponen en riesgo no sólo la salud de los oídos, sino también la del sistema nervioso.
El exceso de ruido activa la respuesta de la amígdala cerebral, la cual se encarga de accionar el mecanismo “lucha o huida” vinculado a la respuesta natural de estrés, esto incrementa la producción de la hormona cortisol, agravando la condición estresante para el organismo.
Vivir bajo estrés crónico debilita las células cerebrales, daña la memoria, así como afecta las funciones cognitivas; por lo que el silencio puede ser una forma de contrarrestar vivir en un ambiente ruidoso.
El silencio promueve la neurogénesis
Científicos del Centro de Investigación en Terapias Regenerativas de Dresden, Alemania, descubrieron el impacto que tiene el silencio en nuestro cerebro. Su investigación se cimenta en la búsqueda de factores que influyen en la neurogénesis, es decir, la capacidad del cerebro para regenerarse mediante la creación de nuevas neuronas.
Los resultados del estudio evidenciaron que dos horas diarias de silencio promueven la creación de nuevas células en el hipocampo, región del cerebro que está vinculada con la memoria y el aprendizaje. Estas células son capaces de integrarse al sistema nervioso central para cumplir diferentes funciones.
Disminuye el estrés y la tensión arterial alta
El exceso de ruido causa malestar generalizado, pérdida de sueño, tensión arterial elevada y aumento en la frecuencia cardiaca. Por el contrario, el silencio permite también neutralizar esta clase de efectos.
“Según un estudio del 2006 publicado en la revista Heart, basado en los cambios en la presión arterial y la circulación sanguínea en el cerebro, dos minutos de silencio es más relajante que escuchar dos minutos de música relajante.”
Restablece la atención
Demasiado ruido disminuye también los recursos cerebrales que afectan la atención; bajo estas circunstancias las personas se encuentran mentalmente fatigadas y comienzan a tener dificultades para concentrarse, tomar decisiones, y generar nuevas ideas. En el silencio, el cerebro puede restaurar sus recursos cognitivos limitados por el ruido.
El silencio activa el modo automático del cerebro
El cerebro cuenta con un modo automático, que se activa cuando soñamos despiertos o dejamos que nuestra mente viaje. En el silencio, se detona esta condición, que ayuda a procesar y dar sentido a nuestros pensamientos y experiencias, así como estimula la creatividad. Es una forma de relajar la mente para retomar sus funciones con mayor energía.
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