Te contamos cómo rejuvenecer el cerebro con estas 8 prácticas fáciles de aplicar en la vida diaria.

Los humanos, desde todos los tiempos, hemos estado en busca de la Fuente de la Eterna Juventud. Envejecer es un temor que desde hace siglos hemos tenido que enfrentar, quizá porque la vejez trae consigo muchas incomodidades, dolencias y olvidos.  

Específicamente, el envejecimiento cerebral en personas sanas está vinculado a la pérdida de hasta el 40% de la conectividad neuronal de forma natural. Sin embargo, en estas afirmaciones no se contemplan los efectos de factores ambientales y hábitos individuales que promueven o ralentizan el proceso de deterioro. 

Los cambios vinculados con el envejecimiento de nuestro cerebro se dan en dos grupos: uno tiene que ver con la estructura propia del cerebro (macroscópicos), como la disminución del peso de la masa encefálica; y, el segundo, está en los cambios moleculares o microscópicos que tienen que ver, por ejemplo, con la bioquímica cerebral. Unos y otros, tienen que ver con el declive cognitivo que se va presentando con la edad. 

¿Cómo envejece el cerebro? 

En el envejecimiento cerebral se ha observado una disminución de las funciones cognitivas, sobre todo de aquellas relacionadas con las capacidades ejecutivas, los procesos de atención y el aprendizaje, así como con el almacenamiento de informaciones nuevas (memoria). 

El cerebro humano disminuye progresivamente su masa en relación al envejecimiento, a una tasa de aproximadamente un 5% cada diez años, comenzando a los 40 años de vida. Asimismo, se da un adelgazamiento de la superficie externa del cerebro, debido a la disminución de las conexiones sinápticas. Entre menos conexiones se establezcan más lento es el procesamiento cognitivo.   

Las neuronas envejecen y se llenan de unos cuerpos densos de lipofucsina que interfieren en su funcionalidad. El tráfico dentro de una célula se mide en milésimas de segundo y con estas acumulaciones se ralentiza. Es ese “no me acuerdo, no me acuerdo” y a las tres horas lo recuerdas. El circuito está intentándolo pero, al no poder conectar, intenta hacer un baipás por otras neuronas. 

Algunos de los signos que se pueden presentar son los del deterioro cognitivo leve:  

  • Frecuentes olvidos.  
  • Olvidar eventos importantes como citas o compromisos sociales. 
  • Perder el hilo de los pensamientos o de las conversaciones, los libros o las películas. 
  • Es cada vez más abrumador tomar decisiones, planificar los pasos para realizar una tarea o comprender instrucciones. 
  • Empezar a tener problemas para orientarte en entornos familiares. 
  • Ser más impulsivo o mostrar cada vez menos juicio. 

De estos síntomas pueden venir otros más graves, vinculados a demencia o la enfermedad de Alzheimer, pero que no forman parte del envejecimiento normal de la persona.  

Rejuvenecer el cerebro en 7 prácticas 

Como decíamos, ser eternamente jóvenes ha sido una obsesión para la humanidad, cremas, dietas, operaciones y demás “herramientas” incluso han sido motivo de comercialización en mercados con pocos escrúpulos.  

La realidad es que ni la piel, ni el cuerpo ni el cerebro pueden mantenerse jóvenes eternamente, pero claro que podemos adquirir hábitos y estilos de vida que nos permitan, mejorar las condiciones neuronales que hoy tenemos, ralentizar el envejecimiento y conservar la calidad de vida que buscamos.  

El entramado de conexiones nerviosas que permiten el desarrollo óptimo de las funciones cognitivas se lo debemos a la neuroplasticidad, el gran poder del cerebro. La plasticidad cerebral es la capacidad de las células nerviosa para regenerarse anatómica y funcionalmente. Esta capacidad se desarrolla como consecuencia de estimulaciones ambientales y hábitos de vida más saludables.  

Sabemos que llevar un estilo de vida saludable impacta directamente en la formación, desarrollo y optimización de nuevas vías neuronales.  

Esto puede compensar los déficits relacionados con la edad. Ya que las neuronas que se mantienen activas son capaces de establecer nuevas conexiones con otras cuando mueren aquellas a las que estaban conectadas y, las que no se ejercitan, no pueden crear una nueva conexión, así que acaban muriendo también.  

¿Qué hacer para rejuvenecer el cerebro? 

Muy probablemente, con estas prácticas no volveremos al momento de nuestra plena mocedad; sin embargo, sí se pueden revertir algunos daños causados en el cerebro y también podemos evitar los riesgos que disminuyan nuestra reserva cognitiva o se generen el deterioro que lleva a la demencia. Entre las cosas que podemos hacer para rejuvenecer el cerebro están:  

1. Resolver crucigramas 

Hoy se sabe que resolver crucigramas y sudokus genera un mejor desempeño en la atención, el razonamiento y la memoria. Se considera que esta práctica constante puede rejuvenecer 10 años el sistema cerebral.  

2. Tener un trabajo complejo 

Aunque no todos podemos tener un trabajo que requiera el uso de múltiples áreas neuronales, se sabe también que quienes han tenido una profesión con mayor demanda de razonamiento, matemáticas y lenguaje, protege del envejecimiento y se tiene un menor riesgo de demencia. 

3. Ser bilingües 

Una práctica para rejuvenecer el cerebro, de la que ya hemos hablado previamente, es el aprendizaje de idiomas. Ser bilingüe retrasa hasta 5.1 años la aparición de los síntomas de la enfermedad de Alzheimer y 4.3 años su diagnóstico, lo que pone en evidencia la protección que el uso de nuevos idiomas puede darnos más aún si no somos propensos a esta enfermedad.   

4. Dormir 

Muchas veces hemos hablado de la relevancia que tiene el sueño y el descanso para mantener saludable el cerebro. Dormir al menos 7 horas en la edad adulta es fundamental para evitar la pérdida de materia gris del cerebro. Ello evidentemente redunda en la protección que podemos brindarle frente al envejecimiento.  

5. No a las sustancias tóxicas 

Evitar el consumo de alcohol y otras sustancias tóxicas, como las drogas no legales y el tabaco, definitivamente es un buen comienzo para rejuvenecer el cerebro.  

6. Meditación y relajación 

La meditación es una actividad mental que incrementa la capacidad cerebral, incluso la puede llegar a cambiar. El estrés es uno de los principales causantes de la demencia, por esto, la meditación es clave para relajar nuestra actitud mental. 

7. Contar historias y conversar  

Cuando contamos historias a otras personas reorganizamos y ordenamos las ideas en nuestra cabeza. Además, mantener relaciones sociales fluidas ayuda a nuestro bienestar físico y mental, ya que socializar es también un buen camino para mantener joven nuestro cerebro.  

8. Práctica de neurofeedback dinámico 

NeuroDOZA centa con un sistema global de neurofeedback dinámico que se basa sobre la plasticidad cerebral y sobre su capacidad de auto-curación, ayudando al cerebro a mantenerse en la presente vía mecanismos inconscientes. Es un enfoque no médico y que no implica ningún diagnóstico, es suave, natural y seguro, tal como un espejo que informa al cerebro de su funcionamiento y le deja tomar las decisiones, sin imponer un estado especifico. 

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