Esta ocasión te contamos qué es el trastorno límite de la personalidad (TLP), trastorno mental, más o menos funcional, cuyos síntomas pueden mejorar con la práctica del neurofeedback dinámico.
Carolina no podía mantener una relación afectiva de manera estable. Cuando por fin lograba tener una pareja, oor ejemplo, de pronto comenzaba a imaginar que ésta la engañaba, que la quería utilizar, incluso creía que podía hacerle algún daño. Pero cuando la otra persona le planteaba terminar la relación por los múltiples conflictos, Carolina amenazaba con quitarse la vida si la dejaban.
Había temporadas en que la falta de motivación definía su vida, otras en las que creía que todas las personas estaban en su contra. A veces la depresión no la dejaba salir de la cama, pero al otro día salía a la calle y se comportaba como una adolescente, asumiendo conductas riesgosas (desde consumo de alcohol o drogas, hasta relaciones sexuales con desconocidos).
Un día, cuando parecía estar a punto de quitarse la vida, su madre la llevó con un especialista, quien le diagnosticó Trastorno Límite de la Personalidad (TLP).
¿Qué es el Trastorno Límite de la Personalidad?
El Trastorno Límite de la Personalidad afecta aproximadamente a un 2% de la población general. Éste es mucho más frecuente en las mujeres (70%) que en los hombres (30%). Es un trastorno de salud mental que influye en la forma en que se piensa y se siente acerca de uno mismo y de los demás. Esto dificulta la inserción de quienes lo padecen en la vida cotidiana de forma “normal”.
Específicamente, el TLP abarca problemas de autoimagen, dificultad para manejar las emociones y el comportamiento, y un patrón de relaciones inconstantes. La persona que vive con TLP tiene un profundo temor al abandono o a la propia inestabilidad, al tiempo que es incapaz de soportar la soledad.
Por otra parte, pueden experimentar ira desmesurada, impulsividad y frecuentes cambios de ánimo que los alejan de los demás, aun cuando sí quieran tener relaciones afectuosas continuadas.
Este trastorno suele manifestarse en la adultez temprana, agudizándose en esta etapa, para luego —con un tratamiento adecuado— mejorar con la edad y vivir de forma plena.
¿Qué síntomas tiene una persona con TLP?
Como en el caso de Carolina, lo síntomas del TLP son variados y pueden presentarse de maneras diferentes en cada persona que lo padezca. No obstante, sí podemos señalar que las personas se ven afectadas en la manera en que se relacionan consigo mismas y con los demás, así como en la forma en que se comportan.
Entre los signos que pueden alertarnos ante un Trastorno Límite de la Personalidad y que deben llevarnos a considerar la búsqueda de un diagnóstico propicio se encuentran:
- Miedo intenso de abandono, incluso llegar a medidas extremas para evitar una separación o un rechazo real o imaginario.
- Un patrón de relaciones intensas inestables, como idealizar a una persona por un momento y luego creer que esa persona no muestra interés o es cruel.
- Cambios rápidos de identidad e imagen propias que incluyen el cambio de metas y valores, y verse a sí mismo como malo y como si no existieras.
- Períodos de paranoia relacionada con el estrés y pérdida de contacto con la realidad, que puede durar desde algunos minutos hasta algunas horas.
- Comportamiento impulsivo y riesgoso, como apuestas, conducción imprudente, sexo inseguro, ola de gastos, atracones o abuso de drogas, o sabotaje del éxito al dejar de repente un buen trabajo o terminar una relación positiva.
- Amenazas o conductas suicidas o autolesiones, a menudo en respuesta al miedo de separación o rechazo.
- Grandes cambios de humor que pueden durar desde algunas horas hasta algunos días, que pueden incluir felicidad intensa, irritabilidad, vergüenza o ansiedad.
- Sentimientos continuos de vacío.
- Enojo intenso, inadecuado, como perder el temperamento con frecuencia, ser sarcástico o amargado o tener peleas físicas.
¿Qué pasa en el cerebro cuando se sufre TLP?
Aunque no existe una certeza sobre lo que sucede en el cerebro de una persona que sufre Trastorno Límite de la Personalidad, se sabe que en estos casos generalmente se hiper-activan regiones del cerebro asociadas con la emoción.
El lóbulo prefrontal, la corteza y la amígdala son nodos cruciales de la red de regulación de las emociones en el cerebro y, por lo tanto, se asume que la desregulación dentro de esta red es clave para los síntomas del TLP.
La amígdala se ha implicado en el procesamiento de las emociones negativas como el miedo, también en las reacciones agresivas. Una disfunción en esta estructura podría estar en la base TLP.
Por otro lado, en algunas investigaciones se ha demostrado la presencia de cambios en ciertas áreas del cerebro relacionadas con la regulación de las emociones, la impulsividad y la agresión. Además, algunos químicos cerebrales que ayudan a regular el humor (como la serotonina) quizás no funcionen de manera adecuada.
Serotonina e impulsividad en casos de TLP
Existen evidencias de que la serotonina tiene un papel fundamental en la regulación de la conducta impulsiva y agresiva. En concreto, la serotonina ejerce un rol de freno de la conducta, nos permite pararnos antes de actuar de forma irreflexiva. Ello posibilita el pensamiento consciente, la elaboración de la información y, posteriormente, elegir el plan de acción más adecuado.
En los casos de TLP pueden existir fallas en el metabolismo de la serotonina que producen las desinhibiciones de quienes viven con este trastorno.
Cómo puede ayudar el neurofeedback dinámico
Para la regulación de impulsos y emociones, las personas con TLP pueden recibir terapia psicológica y médica que les ayude a tener un mejor control de sus altibajos anímicos e impulsos. Asimismo, pueden apoyarse con la práctica de nuerofeeback dinámico que, de acuerdo a algunos estudios, se ha evidenciado puede brindarles beneficios como:
- Cambio en la regulación de las emociones.
- Alteración positiva en la variabilidad de la frecuencia cardíaca después del entrenamiento.
- Cambio en la respuesta de la amígdala en la tarea de la memoria de trabajo emocional.
Recordemos que el objetivo de neurofeedback es entrenar al cerebro a largo plazo, lo que ayuda a organizar el funcionamiento del cerebro, para conseguir que los circuitos neuronales que no están funcionando de forma óptima puedan funcionar mejor.
La neurociencia ha visto que el cerebro tiene plasticidad, y que el neurofeedback ayuda a organizar las interconexiones de las redes neuronales. Si esa experiencia la repetimos mucho, entonces el cerebro se auto-organiza. El Neurofeedback ha demostrado que su entrenamiento es eficaz en esa organización, es la herramienta que ayuda en la regulación en casos de TLP
Neurofeedback es un entrenamiento, no una terapia psicológica, requiere constancia para mejorar sus efectos.
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