A diario nuestra mente recibe millones de estímulos del entorno; información que el cerebro tiene que discriminar para depositar su atención sólo en aquellos datos que le son significativos por interés personal y/o por supervivencia.
De la información que recibe, el cerebro va almacenando la que le será útil o tiene mayor sentido; cuando es necesario, el cerebro encuentra los dados que fue almacenando y los recupera para hacer frente a problemas tanto cotidianos como asuntos más complejos. Esta es la forman por la que no necesitamos aprender lo mismo diariamente.
Sin este proceso tendríamos que aprender diariamente cómo atarnos los cordones de los zapatos, pero no lo hacemos gracia a la memoria. De ahí que memoria y aprendizaje casi siempre están ligados cuando se trata de estudiarlos.
La memoria es una función cerebral que nos permite codificar datos (recuerdos), almacenarlos y recuperarlos cuando es necesario. De acuerdo a la teoría, la memoria surge como resultad de la forma en que se conectan las neuronas (conexiones sinápticas), lo que crea redes neuronales.
De acuerdo al alcance temporal de la memoria se le considera: de corto y largo plazo:
- A corto plazo la memoria almacena información por pocos segundos o minutos, es la consecuencia de la simple excitación de la sinapsis para reforzarla o sensibilizarla transitoriamente.
- En el caso de la memoria a largo plazo, ésta almacena datos periodos más largos de tiempo; esto es consecuencia de un reforzamiento permanente de la sinapsis, gracias a la activación de ciertos genes y a la síntesis de las proteínas correspondientes.
LOS RECUERDOS
Un recuerdo sería el producto del proceso de memoria; es decir, la información almacenada a partir de la experiencia de lo vivido, dicho, etc. El recuerdo está asociado a la función cerebral (que resulta de las conexiones sinápticas entre las neuronas) y una facultad psíquica (la capacidad para retener el pasado).
El recuerdo es el proceso de recuperación de datos del pasado almacenados en la mente, es la evocación de sucesos o eventos del pasado; es el procesamiento de la información. La ausencia de recuerdos, ya sea temporal, permanente, parcial o total es la amnesia.
CUANDO LA MEMORIA FALLA
Así es. La memoria no es siempre igual y no funciona para todos de la misma manera, hay personas con hipermnesia (aumento en la capacidad recordatoria) y otras con hipomnesia (poca capacidad de memoria, personas “olvidadizas”). Y ello no necesariamente está vinculado a una patología.
Por otro lado, es normal olvidar cosas de vez en cuando, pues a medida que envejecemos nos va costando recordar información —especialmente si es información que no utilizamos constantemente—, pero luego de un rato la información se recuerda o recupera.
No obstante, cuando una persona tiene problemas para recordar información elemental como la forma de llegar a casa, o utilizar un teléfono, podemos considerar que la alteración de su memoria es patológica.
PATOLOGÍAS DE LA MEMORIA
Cuando se da este tipo de olvidos o pérdida de la memoria, podemos estar frente a casos graves como la Enfermedad de Alzheimer y los Diferentes tipos de demencia; además de padecimientos fisiológicos que afectan el funcionamiento del cerebro, como los ataques cerebrales o las lesiones en la cabeza.
La alteración grave de la memoria más conocida hoy en día es la enfermedad del Alzheimer, una patología neurodegenerativa que hace que las personas que la padecen vayan perdiendo la memoria, debido a que las células nerviosas se van muriendo y, por tanto, se produce lo que sería la atrofia de determinas partes del cerebro.
Por su parte, la Demencia engloba un grupo de síntomas causados por trastornos que afectan el cerebro, entre ellos la pérdida de la memoria; pero éste no es el único. Básicamente las personas que padecen demencia pueden perder la capacidad de pensar correctamente como para llevar una vida normal. Las personas con demencia tienen problemas serios con dos o más funciones cerebrales, tales como la memoria y el lenguaje. Aunque la demencia es común en personas mayores, no es parte normal del envejecimiento.
El consumo de sustancias tóxicas como el alcohol o algunas drogas pueden afectar el funcionamiento neuronal y producir pérdida de la memoria; al igual que enfermedades como la depresión. Es por ello que, si advierte pérdida de memoria considerable o severa, será necesario acudir al especialista para que realice un diagnóstico médico oportuno.
NEUROFEEDBACK DINÁMICO
La técnica del neurofeedback dinámico es un recurso ideal para tratar los temas del deterioro de la memoria, pues puede enfocarse en la prevención de la degeneración cerebral con signos de pérdida de la memoria. Ayuda a postergar enfermedades vinculadas, ayudando al paciente y a la familia a manejar el caso en forma apropiada.
El método NeurOptimal® es un método seguro y 100% no invasivo que entrena el cerebro para que funcione lúcidamente. Está indicado para mejorar distintas situaciones entre las que encontramos Mejorar la Memoria. Éste interactúa con el cerebro en “su propio código” para que sea más flexible y adquiera un mayor poder de recuperación y autorregulación.
Está diseñado para trabajar con el cerebro y dotarlo de mayor flexibilidad, necesaria para adaptarse a los diferentes niveles de consciencia que requiere cada cosa que hacemos; y que además es la clave para mejorar la memoria.
La principal característica de Neurofeedback Dinámico de NeurOptimal® es que ha sido diseñado para trabajar con el cerebro de forma no invasiva, y entendiéndolo como un sistema dinámico y no lineal. De tal forma se posibilita proporcionar al cerebro la información necesaria para ajustarse y reorganizarse, haciéndolo más flexible y elástico.