Cómo la depresión afecta la memoria

Estudios han demostrado que la depresión afecta la memoria, y en este artículo trataremos el tema y cómo el neurofeedback dinámico puede ayudar en estos casos.

La depresión es un trastorno mental que tiene sus fundamentos en condiciones psicológicas, pero también físicas. Las investigaciones sugieren que los signos más característicos de la depresión como la tristeza persistente, la abulia y el abatimiento, entre otros, tienen sus causas probablemente en una combinación de aspectos biológicos, psicológicos y sociales; estos factores pueden ocasionar cambios en la función cerebral, como la actividad anormal de ciertos circuitos neuronales.

Cómo la depresión afecta la memoria

Quienes padecen depresión suelen quejarse de pérdida de memoria a corto y/o largo plazo. Ello, muchas veces enciende una alerta al creer que se trata de algún tipo de trastorno cognitivo o demencia, especialmente si estos signos se dan en personas de edad avanzada —sector poblacional más propenso a la depresión— y, aunque existe la posibilidad de un padecimiento crónico degenerativo, también es cierto que la depresión produce una alteración de la memoria que puede ser reversible si se trata oportunamente.

La depresión afecta negativamente a la memoria episódica, al recuerdo de los sucesos vividos y esto se da porque, en general, el cerebro no funciona en condiciones óptimas sino se encuentra menos activo. La afectación a diversas zonas del cerebro es lo que determina la pérdida de la memoria.

Hay una menor actividad en el lóbulo frontal, área encargada de la planificación y la atención; esto se refleja en la baja motivación y abulia que presentan quienes padecen depresión.

Por su parte, la corteza parietal y temporal superior, encargadas de dirigir la atención hacia el exterior, es decir el entorno, ven disminuida su actividad, lo que hace que prestemos atención hacia los acontecimientos, personas y lugares de nuestro entorno, puesto que estamos sumergidos en la atención hacia nosotros mismos (pensamientos, sentimientos, ideas, etc.). Si no podemos atención a lo que sucede, difícilmente podremos recordarlo.

Asimismo, el centro de control emocional se ve alterado, haciendo que sea difícil encontrar significado de las cosas y promoviendo un bajo estado anímico que resta relevancia a lo que sucede y, por ende, costará trabajo recordar.

También, la depresión cambia el funcionamiento de la amígdala cerebral, que interviene en la consolidación de la memoria y aprendizaje; así como la producción de neuroquímicos que alteran las funciones cerebrales, como el cortisol y la dopamina.

Podemos observar de esta manera que diversos factores que modifican el funcionamiento normal del cerebro causan afectaciones en la memoria de quienes padecen depresión.

Recuerdos tristes vs recuerdos alegres

La depresión también altera otras zonas cerebrales acelerando ciertas áreas que están vinculadas con el recuerdo, generalmente motivando que las personas con depresión tengan más fácil recordar asuntos negativos y triste, que temas alegres. Y es que la corteza prefrontal dorsolateral, se activa más, lo que hace que el cerebro tienda a recuperar información negativa. Además, la atención se centra en el sufrimiento propio y aislándose del exterior.

Lo que pasa al cerebro de una persona deprimida, modifica igualmente la atención y concentración, lo que hace más difícil poder centrarse en lo que está sucediendo, impidiendo el recuerdo posterior. No es que las personas lo olviden, es que ni siquiera lo han registrado o almacenado la información.

¿En qué beneficia el Neurofeedback dinámico?

El resultado de este entrenamiento del cerebro es que se refuerzan las conexiones neuronales débiles y se crean otras nuevas, lo que se traduce en una mayor estabilidad emocional y en un mayor bienestar psicológico.

Esta técnica es beneficiosa para todas las personas pues es inocua (no emite ondas), eficaz y agradable y además favorece:

Mejoras en las áreas emocionales: ánimo, humor y autoestima, disminuyendo la ansiedad.
Mejora la atención, la concentración y la serenidad; permite aumentar la rapidez de repuesta, y por tanto la eficiencia y la productividad.
Genera propensión a experimentar confianza y satisfacción, siendo muy útil cuando el estado de ánimo es bajo.
Mejoras en flexibilidad mental