Si te preguntas en qué beneficia al cerebro infantil la estimulación temprana o si estás pensando en acudir a sesiones de este tipo de asistencia para un mejor desarrollo de los niños; hoy te vamos a dar las claves al respecto, para que tomes una buena decisión.
Los primeros seis años de vida son fundamentales para cimentar el correcto desarrollo del individuo tanto a nivel emocional, cognitivo como psicomotor. De los 0 a los 6 años de edad es la etapa en la que el ser humano tiene mayor plasticidad.
Durante esta etapa crucial, el niño vive un vertiginoso proceso de desarrollo, al tiempo que aprenden a gran velocidad y desarrollan habilidades que definirán su futuro.
Es por ello que el apoyo de padres y cuidadores en brindarle al niño herramientas que le ayuden a optimizar ese desarrollo es vital, y ello es parte de los objetivos de la estimulación temprana.
¿Qué es la estimulación temprana?
La estimulación temprana o atención temprana consiste en proporcionar al bebé y al niño las mejores oportunidades de desarrollo físico, intelectual y social para que sus capacidades y habilidades le permitan ser mejor de lo que hubiera sido sin ese entorno rico en estímulos intelectuales y físicos de calidad.
A través de diversas técnicas aplicadas en niños —de entre los 0 y 6 años— se puede lograr que el individuo potencie su desarrollo, corrija posibles trastornos o estimule sus capacidades compensadoras.
El abordaje de la estimulación temprana tiene una visión global, a través de ello se generan programas que toman en cuenta tanto al individuo, como la familia y el entorno.
¿Qué beneficios tiene la estimulación temprana?
De acuerdo a la neuropsicóloga noruega Audrey van der Meer, la atención prematura del niño a través de estímulos pertinentes ayuda al aumento considerable de neuronas, así como la especialización de éstas, lo que le va guiando en el aprendizaje de nuevas habilidades desde muy temprana edad.
Los cerebros de los niños son muy maleables y pueden adaptarse a lo que sucede a su alrededor. Si las sinapsis no se utilizan, desaparecen con el paso del tiempo y el cerebro pierde plasticidad.
Las neuronas forman hasta mil nuevas conexiones por segundo en bebés, por lo que es importante aprovechar las uniones intercelulares que se producen entre neuronas, a través de la estimulación temprana, para que el cerebro no pierda su docilidad a medida que va avanzando el crecimiento humano.
En concreto la estimulación temprana aumenta le experiencia física, sensorial y social del niño, lo que fortalece y desarrolla sus potencialidades, pues el cerebro está en maduración, lo que le da plasticidad para moldearse a partir de la repetición de ciertas actividades.
La estimulación temprana:
- Garantiza diferentes habilidades del bebé, dependiendo de la etapa de desarrollo en la que se encuentre para desempeñar exitosamente en cualquier ambiente o espacio.
- Detecta oportunamente alguna clase de dificultad en el desarrollo y desempeño del pequeño, para lo cual también puede intervenir y brindar un manejo adecuado, según el caso.
- Permite que los padres compartan con sus hijos momentos especiales de crecimiento emocional.
- Favorece los procesos de aprendizaje, la constitución de bases sólidas en la formación de los niños, las buenas relaciones interpersonales, el buen control del cuerpo (que los hace seguros de sí mismos), el manejo de las nociones y conceptos que deben manejar dependiendo de su edad y grandes habilidades de acuerdo con los talentos que tenga cada uno.
Asimismo, tenemos que aclarar que es un error considerar que la estimulación temprana producirá niños más inteligentes. Este método no crea niños genios ni acelera los procesos de aprendizaje que no estén acordes con la edad del niño.
Se trata de cimentar sólidas bases de crecimiento según cada etapa y que consoliden el bienestar de la persona a futuro. Ésta consigue que los bebés sanos maduren y sean capaces de adaptarse mucho mejor a su entorno y a las diferentes situaciones.
¿En qué consiste la estimulación temprana?
La estimulación temprana es una forma de mejorar el desarrollo motor, cognitivo, social y emocional de los niños, pero también debe respetar el desarrollo individual y la predisposición del bebé. Es muy importante fomentar la iniciativa y la autonomía del niño a lo largo del proceso de aprendizaje. Esto le creará una fuerte autoestima hasta que se haga adulto.
Al respecto, hay que considerar que cada niño es diferente y tiene su propio ritmo de desarrollo, éste dependerá de la maduración de su sistema nervioso, el que no debe forzarse. La estimulación debe ser una experiencia positiva.
Inicialmente, las actividades se centran en fortalecer el vínculo emocional y los estímulos sensoriales. Después se comienzan con actividades de motricidad gruesa, motricidad fina, concentración y lenguaje.
Las técnicas empleadas en la estimulación pueden ser varias, casi todas ellas enfocadas a movimientos del cuerpo del bebé —en los primeros meses de edad—, dedos, pies, rodillas; igualmente se realizan masajes y se motiva el uso de juguetes propios para cada etapa.
Más adelante se fomentará el contacto con texturas, colores, sabores; incluso se ayuda a la socialización a través de hacerlo mirarse al espejo.
Para estimular el uso del lenguaje se suele hablar al niño, recitar ciertas palabras y canciones, también se utiliza la lectura de cuentos e incluso que el niño invente sus propios cuentos, en edades más avanzadas.
Como vemos, las técnicas pueden ser muchas, incluyendo las ambientales, donde el entorno del niño tiene elementos suficientes para que establezca interacción con juguetes, colores, texturas… según la etapa en la que se encuentre.
Neurofeedback dinámico para estimulación infantil
El neurofeedback dinámico puede llegar a ser tanto un tratamiento en casos clínicos, como un entrenamiento de habilidades mentales para niños y adultos.
Al no ser intrusivo ni medicamentoso, los niños pueden tener sesiones de entrenamiento que les benefician para mejorar su atención, su enfoque y concentración.
Entre los beneficios del neurofeedback dinámico para ellos, encontramos:
- Promueve hábitos saludables de sueño.
- Ayuda a manejar mejor el estrés infantil.
- Mejora la agudeza mental.
- Permite sentir mayor confianza.
- Permite alcanzar mejores niveles de relajación.
- Mejora el poder seguir instrucciones y resolver problemas.
- Ayuda a desarrollar la coordinación ojo-mano.
- Mejora la capacidad de aprendizaje.
- Puede aumentar la autoestima.
- Contribuye al bienestar general.
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