Conocer estos efectos de la música en el aprendizaje de los niños te permitirá tener mejores herramientas para apoyar su desarrollo académico.

Muchos son sus beneficios en la salud, pero existe especialmente algunos efectos de la música en el aprendizaje de los niños, pues es una gran promotora de la plasticidad neuronal.  

El vínculo del ser humano con la música es ancestral. Sus beneficios son múltiples tanto para la salud física como la mental: para serenar nuestro espíritu hasta para motivarlo a la batalla, la música siempre ha sido telón de fondo de la historia de la humanidad, pero también de cada uno de nosotros.  

Muchos de nuestros recuerdos pueden estar relacionados con la música, ésta tiene gran poder de evocación para transportarnos al pasado. Y, en definitiva, también es capaz de alterar nuestro estado de ánimo profundamente.  

La música, igualmente es una herramienta terapéutica y pedagógica, pues nos asiste para obtener mejores resultados en el aprendizaje. En la etapa infantil puede ser de gran utilidad para mejorar la enseñanza en el aula y motivar a los alumnos tanto como hacerlos sentir bien.  

Diversos estudios han demostrado los efectos que tiene la música en nuestro cerebro. El simple acto de escuchar música origina cambios bioquímicos en el cerebro que afectan a los neurotransmisores y a la interconectividad entre diversas áreas cerebrales.  

Entre sus beneficios encontramos los siguientes:   

  • Mejora la plasticidad cerebral  
  • Aumenta la materia gris  
  • Disminuye la ansiedad   
  • Incrementa la capacidad matemática  
  • Elimina el estrés  
  • Reduce el insomnio  
  • Promueve un pensamiento más eficiente  
  • Ayuda a centrar la atención 

Efectos de la música en el aprendizaje de los niños 

A lo largo de la vida, la música es un estímulo significativo en el desarrollo de las personas, especialmente de los niños. Por ejemplo, el canto de la madre a su bebé puede resultar particularmente sosegador, estimula el desarrollo de la memoria y la concentración del pequeño.  

La música ayuda al desarrollo cerebral de los bebés prematuros y consigue que alcancen una capacidad similar a la de los niños nacidos a tiempo, en relación con el aprendizaje, la concentración y la gestión de emociones.  

Asimismo, la música potencia partes del cerebro que están relacionadas con la lectura, las matemáticas y las emociones. Mejora la memoria al estimular patrones de desarrollo cerebral. Por supuesto, también tiene el poder de hacernos sentir felices, más optimistas, amigables, relajados y tranquilos.  

Música, atención y aprendizaje 

Investigaciones científicas nos han dejado claro que la música ayuda a los niños con problemas de atención: se puede usar como una recompensa a un comportamiento deseado al igual que sirve para ayudar a mejorar la atención hacia tareas que a los pequeños les resultan aburridas, como tener que memorizar listas.  

La música instrumental barroca, por ejemplo, es excelente para mejorar la atención y el razonamiento.  

De acuerdo con Jonathan Bolduc, investigador de la Universidad de Montreal, la música mejora la capacidad del pensamiento abstracto desde la infancia. “Las actividades de escucha, discriminación sonora y juegos rítmicos ayudan a estimular el desarrollo de la conciencia fonológica y la práctica musical desarrolla también las capacidades motrices como la coordinación de gestos, la tonicidad y la orientación espacial”, asegura el experto. 

La música potencia la memoria 

Como lo hemos visto anteriormente, la música tiene un gran poder evocador, lo mismo nos es útil para revivir nuestro pasado como para aprender las tablas de multiplicar. Y es que la música puede ayudar a mejorar la capacidad para recordar. 

Alienta la plasticidad neuronal 

Los neurocientíficos, por su parte, afirma que la música es más que un arte como los demás. Ésta toca profundamente nuestro cerebro, enlazando la actividad de numerosos circuitos corticales (corteza cerebral) con importantes efectos positivos en el desarrollo cognitivo, especialmente en los niños. 

La música favorece la generación de nuevas neuronas, mejora la capacidad de atención, ayuda a  a resolver problemas matemáticos con mayor facilidad, estimula la creatividad y potencia la agilidad cerebral. 

Mejora el ánimo en el aula 

Utilizar la música como una herramienta pedagógica en el aula de clases puede ayudar a mejorar el estado de ánimo del alumnado y el ambiente de trabajo entre ellos. Esto es debido a que existe una conexión muy estrecha entre la música y las emociones, por lo que emplear canciones en los colegios puede ser de gran ayuda a la hora de crear un entorno emocional positivo que anime a los estudiantes a aprender y adquirir nuevos conocimientos. 

Además, la música es benéfica para las relaciones sociales ya que permite al niño desarrollar su capacidad a expresar sus emociones. Los estudios demuestran que la música tranquila puede promover un comportamiento prosocial y disminuir un comportamiento compulsivo. 

Hemisferio izquierdo del cerebro 

Diversos estudios científicos han dejado de manifiesto que la música también tiene la capacidad de estimular el hemisferio izquierdo del cerebro, que es el que se ocupa de todo lo relacionado con la lógica, los números y el aprendizaje del lenguaje. 

Disminuye la ansiedad y el estrés 

Que los niños escuchen cierta música les ayuda a disminuir sus niveles de ansiedad y de estrés. La música tranquilizante de fondo puede reducir significativamente la irritabilidad y promover la calma pues ayuda a reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés. 

La música en el neurofeedback dinámico  

Tal es el poder de la música que es el fundamento de la técnica utilizada en el neurofeedback dinámico en NeurDOZA. Este reorganiza el cerebro para funcionar de manera más eficiente, por medio de la regulación de las ondas cerebrales. El cerebro recupera la flexibilidad y resiliencia que ha perdido por diferentes motivos. Se consiguen cambios eficaces y duraderos a través de sesiones agradables y placenteras, con un entrenamiento no-invasivo, indoloro, sin esfuerzo y sin ningún efecto secundario, gracias a la auto-regulación y la creación de nuevas conexiones neuronales.  

La sesión tiene lugar en un entorno de tranquilidad, se busca que el cliente pueda disfrutar de su sesión de la forma más cómoda posible. La duración del entrenamiento habitualmente es de 33 minutos. Se colocan unos mini electrodos sobre el cuero cabelludo y en las orejas. A partir de ese momento NeurOptimal™ registra a través del EEG (electroencefalograma) la actividad eléctrica del cerebro. Mientras se realiza este proceso, durante la sesión, se reproduce una agradable música.  

NeurOptimal™ mide dicha actividad eléctrica y la analiza de forma global en todas y cada una de las áreas y frecuencias del cerebro comprendidas entre 0 y 42Htz. Si la actividad eléctrica registrada es la adecuada, la música seguirá sonando. En el caso contrario, si se detecta una actividad inadecuada (turbulencias) la música se interrumpe = el cerebro se sorprende (intervención de la amígdala).  

La interrupción es la única información que NeurOptimal™ envía al cerebro, interrupción es igual a aprendizaje para el cerebro ya que, al sorprenderle, se reorganiza. Cada interrupción propicia una nueva conexión neuronal en el área donde haya ocurrido. La repetición de las correcciones en la actividad eléctrica será el aprendizaje del cerebro, el entrenamiento. El cerebro se va auto-regulando a su ritmo gracias a su propia plasticidad. 

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