Conversar beneficia a tu cerebro y aquí te decimos cómo.
La conversación es la ruta ideal para estrechar vínculos con los demás, es la forma esencial de la socialización. Pero platicar de temas interesantes es, además, una manera de estimular las conexiones neuronales brindándonos grandes beneficios.
Una charla enriquecedora en las que estamos en confianza, nos divertimos, tenemos confidencias, arreglamos el mundo y, al finalizar, nos sentimos vivificados y llenos de energía, estimulan nuestro cerebro de tal manera que provocan un estado de bienestar tan amplio como para desear repetir la experiencia.
Hormonas del bienestar
Luego de este tipo de pláticas nos sentimos más optimistas, entusiastas, relajados y seguros, entre otras emociones positivas que se derivan de un buen diálogo con otra persona.
Ese estado de bienestar, en un gran porcentaje, se lo debemos a los neuroquímicos que se generan en nuestro cerebro. Y es que bajo estas circunstancias nos vemos influidos por altos niveles de dopamina, oxitocina y endorfinas; todas ellas llamadas hormonas del bienestar.
Igualmente, las conversaciones interesantes generan cambios en nuestro cerebro. Detonan la producción directa de serotonina, además de conectar desde las emociones, la complicidad y la confianza.
Los cerebros se conectan con la conversación
De acuerdo con el estudio realizado en el Centro Vasco de Cognición, Cerebro y Lenguaje (BCBL) en España, durante las conversaciones interesantes, nuestro cerebro se ‘sincroniza’ con el de nuestro interlocutor.
La actividad eléctrica cerebral de las personas que se involucran en la conversación comparte una misma sincronía neuronal para facilitar la conexión entre ambas. Es decir, trabajan a un mismo nivel.
El equipo, liderado por Alejandro Pérez, Manuel Carreiras y Jon Andoni Duñabeitia, ha comprobado –mediante el registro de la función eléctrica cerebral– que la actividad neuronal de dos individuos implicados en un acto comunicativo se sincroniza para dar paso a una conexión entre ambos sujetos.
“Se trata de una comunión intercerebral que va más allá del propio lenguaje y que puede constituir un factor clave en las relaciones interpersonales y en la comprensión del lenguaje”, explica a Sinc Jon Andoni Duñabeitia.
Esta especie de interconexión entre los participantes de la conversación se debe a que nuestro cerebro está diseñado para favorecer ese tipo de alianza con nuestros semejantes.
Conversar beneficia el rendimiento intelectual
Por otra parte, según el estudio realizado por Oscar Ybarra, psicólogo en el Instituto de Investigación Social (ISR) de la Universidad de Michigan (autor principal del estudio), el psicólogo de la misma institución Eugene Burnstein, y Piotr Winkielman de la Universidad de California en San Diego, socializar a través de la conversación es tan benéfico para nuestro cerebro como otro tipo de ejercicios mentales tradicionales que promueven la memoria y el rendimiento intelectual.
Los científicos descubrieron que la interacción social mínima de 10 minutos fomenta el rendimiento intelectual de los individuos de la misma manera que lo hacen las actividades intelectuales. Visitar a un amigo, platicar con el vecino, durante ese tiempo, puede ayudar tanto como realizar crucigramas para mantener la agilidad mental.
Al contrario, el aislamiento social puede tener efectos negativos en nuestras habilidades cognitivas y bienestar emocional. Incluso el estado persistente de soledad puede tener consecuencias negativas de largo alcance.
De igual manera, la comunicación de interés entre dos personas reduce el estrés, potencia la creatividad, refuerza nuestros lazos emocionales y sociales, así como nos nutre de entusiasmo.
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