¿Cómo se vive el Síndrome del Comedor Nocturno? Una pregunta que tiene por respuesta la ansiedad, la culpa y la depresión, además de los efectos negativos de la salud física.
Nuestros vínculos con los alimentos de alguna manera se han visto dañados. La cultura, la presión social, los condicionamientos emocionales pueden ser un factor fundamental que afecta esta relación y que, junto con la distorsión de nuestra autoimagen, pueden llevarnos a trastornos de la conducta alimentaria que no sólo dañen nuestra salud física sino también tengan repercusiones en la salud mental.
Entre estos trastornos hoy te hablaremos del Síndrome del Comedor Nocturno, una condición que junto con el síndrome de atracón se suman a los trastornos alimenticios, con la anorexia y la bulimia, de las que mucho se habla.
¿Qué es el Síndrome del Comedor Nocturno?
Como todo trastorno de la conducta alimentaria, el Síndrome del Comedor Nocturno se caracteriza por una mala gestión de los vínculos con los alimentos. Su principal signo es la ingesta de una gran cantidad de calorías durante la noche, especialmente después de la cena, incluso despertándose por la noche para comer.
Paradójicamente por las mañanas se presenta anorexia matinal, es decir la falta de apetito e ingesta alimentaria. A medida que pasa el día, se va sintiendo cada vez más deseo de comer.
El síndrome del comedor nocturno es un desorden alimentario serio, que puede hacer que las personas que lo padecen consuman entre el 25-35% de sus calorías diarias después de la cena o en mitad de la noche.
Características del Síndrome del Comedor Nocturno
Diversos pueden ser los signos que caractericen el Síndrome del Comedor Nocturno, cada caso es particular, pero podemos encontrar señas comunes entre las personas que lo padecen. Entre las características se encuentran:
- Baja apetencia por el día.
- Dos o más atracones nocturnos a la semana.
- Alimentación excesiva durante la tarde/noche.
- Dificultad para dormir o mantener el sueño.
- Alto consumo de alimentos restringidos, especialmente los carbohidratos simples
- La persona es capaz de recordar todo lo que ha comido, debido a la carga emocional que le provoca la ingesta.
- Sensación de culpa, angustia, arrepentimiento.
- Incrementan los atracones nocturnos cuando se está más estresado.
Factores detonantes
Los factores detonantes del Síndrome del Comedor Nocturno son un complejo de condiciones que pueden llevar a la persona a que viva con este síndrome hasta que decida salir del círculo vicioso que éste pueda generar.
Pensamientos, creencias, actitudes y emociones pueden subyacer al encuentro con la comida y la imagen personal, al inadecuado procesamiento de las emociones. De ahí que sea importante la psicoterapia para apoyar a la persona a salir del ciclo.
Asimismo, el contexto social también influye. La conducta alimentaria se desarrolla en varios contextos como puede ser la familia y las relaciones en general. Por lo que un análisis al respecto será muy adecuado al enfrentar el problema: ¿cómo aprendí a vincularme con la comida?
Especialmente los factores emociones serán detonadores de este ciclo, pero también una consecuencia que dañe la salud mental: estrés, ansiedad, depresión, trastorno obsesivo compulsivo, así como la comorbilidad de otras conductas alimentarias de riesgo, como la bulimia o la vigorexia.
Abordaje del Síndrome del Comedor Nocturno
El abordaje para tratar el Síndrome del Comedor Nocturno puede requerir una intervención multidisciplinar con distintos profesionales: dietista, endocrino y psicólogo o psiquiatra. Estos pueden apoyarse en la práctica del neurofeedback dinámico de NeuroDOZA ya que ayuda a:
- Disminución de comportamientos compulsivos y obsesivos.
- En la gestión del estrés y la ansiedad.
- Mejorar niveles de descanso y calma.
- Reducir el estado de ansiedad.
- Regular la sensación de apetito.
- Mayores niveles de flexibilidad y autorregulación.
- Mejor manejo de emocional.
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