Cómo prevenir trastornos cognitivos con prácticas de salud cotidianas y un entrenamiento con neurofeedback dinámico.
Cualquier alteración de una o varias funciones cognitivas, severa o no, puede considerarse un trastorno cognitivo. Este dependerá de la gravedad del daño y la función que sea alterada. Hoy te hablaremos al respecto y cómo el neurofeedback dinámico puede ayudar a ralentizar el proceso de pérdida o mejorar la función, según el caso.
¿Qué son las funciones cognitivas?
En pocas palabras, las funciones cognitivas son aquellos procesos mentales que nos permiten llevar a cabo cualquier tarea. Hacen posible que la persona tenga un papel activo en los procesos de recepción, selección, transformación, almacenamiento, elaboración y recuperación de la información, lo que le permite desenvolverse en el mundo que le rodea.
Son habilidades que tiene nuestro sistema neuronal para funcionar y trabajar con la información que adquirimos de nuestro ambiente.
La importancia de estas funciones está vinculada a todo lo que somos y hacemos. Todo lo que realizamos requiere utilizar estas funciones cerebrales, lo que implica millones de conexiones neuronales repartidas por los lóbulos cerebrales y la activación de diferentes áreas del cerebro para desenvolvernos adecuadamente con nuestro entorno y procesar la información que obtenemos por diversos canales.
El procesamiento de la información se compone de elementos cognitivos interrelacionados entre sí que actúan conjuntamente para ejecutar las operaciones mentales más complejas.
Una función cognitiva se puede unir o complementar con otras formando una unidad superior, un proceso cognitivo, sobre el que se puede intervenir trabajando sus unidades más básicas (funciones cognitivas) o sobre sus procesos más elaborados (habilidades del pensamiento).
Son funciones cognitivas aprender y recordar información; organizar, planear y resolver problemas; concentrarse, mantener y distribuir la atención; entender y emplear el lenguaje; percibir correctamente el ambiente y realizar cálculos, entre otras.
¿Qué es un trastorno cognitivo?
Llamamos trastorno cognitivo a toda alteración de una o varias funciones cognitivas. Entre las alteraciones más frecuentes se encuentran las que afectan el procesamiento y recordación de información, la percepción, la atención, el lenguaje o la memoria.
Generalmente estos trastornos cognitivos se deben a padecimientos o enfermedades como el delirio, la amnesia, la demencia, la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson, etc.
Asimismo, algunos deterioros y desórdenes adquiridos también provocan trastornos cognitivos (como el accidente cerebrovascular o el traumatismo craneal).
Entre la población infantil también son comunes los trastornos del desarrollo cognitivo que afectan al área del lenguaje o de la atención, como el trastorno de Atención e Hiperactividad.
Signos del trastorno cognitivo
De acuerdo a la gravedad del trastorno, las personas presentarán diferentes signos que permitan su diagnóstico. Sin embargo, estos pueden ser comunes en ciertas enfermedades o condiciones, por lo que requieren de atención profesional oportuna.
Suelen iniciar con dificultades en la atención, concentración y orientación. Cuando el trastorno avanza, también se da una desestructuración del pensamiento y de la percepción. Otros síndromes frecuentes son la dificultad para andar y mantener el equilibrio, presentar somnolencia, cansancio, cambios en la personalidad e incapacidad para recordar cosas.
Aunque también depende del trastorno para profundizar en los síntomas y signos que se pueden presentar. Ya que no es lo mismo hablar de TDAH que la enfermedad de Parkinson, por supuesto. En cada caso ya hemos hablado de sus síntomas y los puedes encontrar en las ligas correspondientes.
¿Por qué se da el trastorno cognitivo?
Una de las principales causas del trastorno cognitivo es el envejecimiento. Sin embargo, hay otras causas que pueden mermar nuestras funciones cognitivas paulatinamente, desde la falta de sueño la toxicidad del medio ambiente o el consumo de sustancias tóxicas.
Las alteraciones en la relación social condicionan la aparición de este trastorno, ya que el aislamiento comporta que haya dejadez y se pierda memoria. Los cambios psicológicos también influyen en los trastornos cognitivos, ya que sufrir estrés o depresión desgasta las neuronas y comporta pérdidas de memoria.
También puede hacer trastorno cognitivo derivado de alguna lesión cerebral por accidente o golpe, incluso la práctica de deportes de contacto extremo puede dañar paulatinamente las funciones cognitivas y generar este trastorno.
¿Se puede prevenir el trastorno cognitivo?
Como hemos hablado muchas veces en este blog, el cuidado del cerebro es primordial para ralentizar el deterioro neuronal y disminuir los riesgos de trastornos, como el cognitivo. Se pueden realizar prácticas para rejuvenecer el cerebro, por ejemplo; así como adquirir hábitos de vida más saluda les.
Para poder prevenir los trastornos cognitivos es importante que se realicen ejercicios destinados a mantener la actividad de las funciones cognitivas. Estas actividades suelen ser cotidianas, como puede ser la lectura del periódico, llevar la contabilidad o hacer crucigramas.
También es importante mantener la relación con el entorno familiar y de amigos, así como ver las noticias y saber lo que pasa en el alrededor.
El sueño, es otro factor determinante. Debemos dormir no menos de 6 horas diarias por las noches.
¿Cómo estimular las funciones cognitivas?
Las funciones cognitivas no son estáticas como lo hemos visto, se pueden deteriorar pero también podemos llevar un estilo de vida saludable así como adquirir hábitos que nos ayuden a estimularlas y tejer nuevas redes neuronales.
- Leer es una de las actividades que nos promete un incremento de la plasticidad neuronal.
- Ver las noticias en televisión, recordarlas y contárselas a alguien.
- Hacer pasatiempos: puzles, sudokus, sopas de letras, crucigramas, juegos de mesa. Al igual que realizar otro tipo de cálculos mentales.
- Realizar manualidades: labores, dibujo, costura. Tejer es una excelente tarea para esta estimulación mental.
- Hacer ejercicios de memorización: canciones, recuerdos, números telefónicos… Recordar acontecimientos, clasificarlos o contarlos a otros nos puede ayudar mucho.
Entrenamiento con NeuroDOZA®
NeuroDOZA® nos ayuda a prevenir y a retrasar el envejecimiento. También a revertirlo y a mejorar las capacidades relacionadas con la atención y la concentración. A recuperar la memoria perdida y a recuperar los circuitos neuronales influyendo además favorablemente en tu bienestar físico, mental y emocional.
Asimismo, el Neurofeedback dinámico actúa en el Sistema Nervioso Central. Precisamente, esto ayuda a la persona a evolucionar a nivel físico, mental y emocional.
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