No solo el cuerpo y la mente se ven afectados por este mal del siglo, también nuestra psique se daña, por lo que debemos conocer cómo lidiar con el estrés emocional 

Aquellas emociones que percibimos de forma negativa y nos agobian en exceso, nos causan ansiedad y extenúan, son el origen de lo que se conoce como estrés emocional.  

No solo el cuerpo se puede ver afectado por el estrés diario o crónico, la mente también se puede ver influenciada por tensiones emocionales, cuando nos vemos sometidos a situaciones extremas como la muerte de un ser querido, un divorcio, una enfermedad o desencuentros con nuestros vínculos más cercanos. Así es como vivimos con estrés emocional.  

La manera en que reaccionamos a las situaciones de la vida, como los cambios importantes, las exigencias del entorno (familiar o laboral), o aquello que amenaza nuestro bienestar detonarán en nosotros más o menos pensamientos negativos, recuerdos dolorosos, culpa, preocupaciones, coraje, etc. Ello si se prolonga por días o semanas, incluso meses, nos generará el estrés emocional.   

Una experiencia negativa prolongada puede influenciar de forma muy potente nuestra personalidad, creencias, y modo de ver el mundo. Además, el estrés emocional constante tiene el peligro de ser normalizado, e incluso seamos dependientes de ello, dificultando mucho que nos cuidemos y pongamos solución. 

Síntomas del estrés emocional 

Como otras formas de estrés, el emocional va a verse reflejado en el organismo, así se advertirán síntomas psicosomáticos:  

  • Cansancio 
  • Dolor de cabeza 
  • Aumento en la tensión arterial 
  • Insomnio  
  • Trastornos gastrointestinales 
  • Pulso acelerado 
  • Falta de concentración 
  • Irritabilidad 
  • Depresión  

Síntomas emocionales también serán evidentes: 

No encontrar placer en actividades que antes se disfrutaban. 

  • Estado anímico bajo 
  • Apatía y abulia 
  • Miedo constante 
  • Pensamientos catastróficos 
  • Falta de motivación 
  • Bajo apetito sexual 

Cómo lidiar con el estrés emocional 

No hay una solución exclusiva e inmediata para reducir el malestar que nos provoca el estrés emocional. Disminuir sus niveles requiere de un compromiso personal y cambio en nuestra rutina, así como nuestros hábitos en el proceso de pensamiento. Sin embargo, hay algunas claves que pueden funcionar.  

Aquí algunas formas de proceder para evitar el estrés emocional pueden ser:  

  • Identifica si eso que sientes (angustia, irritabilidad, etc.) está pasándote factura. Es decir, lo primero es reconocer que se está estresado emocionalmente. 
  • Pregúntate qué es lo que te está causando esa incomodidad que a la larga te llevó a una situación de estrés emocional. Se honesta, honesto, contigo; asume que ciertas cosas te superan, ese será el primer paso para controlarlo. 
  • Establece prioridades. Al hacerte la pregunta adecuada descubrirás las cosas que te preocupan y te afectan, ahora es momento de que priorices si eso que te angustia es realmente importante o no. Dale orden a las cosas que te deben o no preocupar. 
  • Cuida tus pensamientos. Intenta manejar la presión de una manera distinta. Trata de cambiar el foco de atención y genera nuevos pensamientos (positivos) ante la situación que te estresa. 
  • Identifica alguna solución frente a tu problema. No des vueltas en círculo, si ya sabes cuál es tu problema, qué es lo que te está afectando emocionalmente, intenta encontrar una solución, ya sea tú solo, sola; o bien pide a tus amigos o familia que te ayuden. 
  • No olvides que el cuerpo también estará siendo afectado por la tensión que te causan las emociones, así que deberás alimentarlo bien, ayudarlo a pasar el trago amargo con ejercicio o actividades relajantes y descansar adecuadamente. 
  • Si la situación te supera, pide ayuda profesional; hay muchas técnicas que los profesionales pueden enseñarte para controlar el estrés emocional. 

Neurofeedback dinámico para lidiar con el estrés emocional 

Insomnio, falta de concentración, olvidos y otras evidencias del daño que puede causarnos el estrés, ponen de manifiesto la falta de flexibilidad cerebral que éste ha causado; es decir la pérdida de la capacidad para adaptarse sin problemas a los diferentes niveles de conciencia que requiere cada cosa que realizamos.  

Para restablecer la elasticidad y optimizar la función cerebral, el entrenamiento a través del neurofeedback dinámico es una de las mejores opciones cuando se trata también de lidiar con los efectos del estrés, pues nos ayuda a reorganizar el cerebro para funcionar de manera más eficiente, por medio de la regulación de sus ondas y así recuperar su flexibilidad.  

A través de diversas sesiones de entrenamiento, pueden lograrse cambios efectivos y duraderos; con una técnica no invasiva, indolora, sin esfuerzo y sin ningún efecto secundario, gracias a la autorregulación y la creación de nuevas conexiones neuronales.  Esta técnica posibilita proporcionar al cerebro la información que necesita para ajustarse y reorganizarse. Así se vuelve más flexible y elástico. Esto redunda en una mejor calidad de vida para el usuario. 

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