Estas 5 claves para mejorar la atención de los niños ayudarán a incrementar su rendimiento escolar a partir de comprender cómo es este proceso en cada etapa de la vida.
A lo largo del desarrollo de la persona, la capacidad de sostener la atención es diferente; los niños pequeños mantienen su interés sólo algunos minutos mientras que en la etapa adulta apenas logramos atender un estímulo una hora.
Trabajar en mejora la atención de los niños, especialmente en etapa escolar, les permitirá aprovechar el tiempo y mejorar su rendimiento, evitando frustraciones y conflictos de autoestima al verse afectadas sus evaluaciones escolares por la distracción.
¿Cuánto tiempo dura la atención de los niños?
Como decíamos, en cada etapa de la vida, el tiempo de atención en el individuo va incrementándose.
En el primer año de vida del bebé, el tiempo de atención que es capaz de tener es máximo de tres minutos. Es decir, su interés podrá fijarse en un solo estímulo por ese tiempo y después se trasladará hacia otras cosas.
Durante la etapa preescolar entre los tres y cinco años, el tiempo de atención va incrementando de los 10 a 20 minutos. De ahí que es importante ir cambiando los estímulos si lo que buscamos es un aprendizaje consolidado.
A partir de los 6 años, la atención se incrementa a 30 minutos, a los 10 llega a 45 minutos y a los 12 pueden mantener el interés hasta una hora.
Este incremento de atención según la edad es un proceso mental que se va desarrollando poco a poco en el marco del desarrollo cognitivo de la persona, lo que le hace susceptible a un entrenamiento que la optimice sin forzar su capacidad individual.
Si todavía no han alcanzado la madurez de las estructuras mentales, y el nivel de desarrollo cognitivo que les permita mantener su capacidad de atención, se estará exigiendo algo para lo que aún no están preparados y se creará una tensión innecesaria.
Claves para mejorar la atención de los niños
Conócelo
Antes de diseñar un plan para mejorar la atención en el niño, debemos tener bien claras sus características. Saber, por ejemplo, en qué momentos del día está más dispuesto a prestar atención, los temas que más le interesan. Conoce los recursos con los que cuenta.
Crea un espacio
Destina un espacio físico determinado y ambiéntalo para poder trabajar con la atención del niño. El escenario debe tener un mínimo de distractores, una buena temperatura y ventilación, iluminación adecuada, preferentemente sin ruidos y sin acceso a televisión u otras pantallas distractoras.
Define los objetivos
Hay que recordar a los niños los objetivos que se tienen en cada ejercicio para mejorar la atención. Igualmente hay que hacerlo con sus tareas y obligaciones, para que no lo olviden. Se puede hacer un calendario de actividades, una lista de metas o un pizarrón de tareas.
Establece metas por tiempo
Se comenzarán los ejercicios de atención con periodos cortos. Para ello se pueden poner metas; por ejemplo, un reto de cinco minutos poniendo atención a un texto, luego de logrado se aumentará el tiempo como siguiente meta.
Estas metas y tiempos se pueden calendarizar y escribir en un pizarrón, marcando los que se han logrado para motivar al siguiente paso. Es importante que el niño vea su progreso y se le refuerce con alguna recompensa.
Ejercicios de atención selectiva
Uno de los ejercicios que pueden realizarse es la atención selectiva. En un collage o una sopa de letras, pedirle que busque todos los elementos similares. Por ejemplo, que busque todas las letras “A”.
Esta actividad se puede realizar con cualquier tipo de estímulos, no tiene por qué ser necesariamente números y letras, pueden ser dibujos, colores, figuras geométricas, etc.
Puede trabajarse también con un par de imágenes que sean casi similares, pero que tengan algunas diferencias. Este puede ser un reto mayor si se pone un tiempo límite para terminar el ejercicio.
Los dibujos de rellenar puntos son ideales porque el niño debe seguir las directrices o, de lo contrario, no podrá ver la figura final que se formará. La curiosidad los alienta a enfocarse e inconscientemente aprenden a mantenerse bien atentos. Sirven también los laberintos, buscar una lista de objetos en una imagen, etc.
Temas de interés
Debemos procurar que las actividades comprendan temas de su interés: animales, dinosaurios, aviones, personajes animados, etc. Esto será más motivador para permanecer sentado haciendo un trabajo intelectual.
Igualmente hagamos que los niños realicen actividades que le agradan, dibujar, leer, recortar, hacer crucigramas, etc.
Prepararlos para atender
En algunos casos se puede enseñar a los niños y niñas a prepararse para prestar atención a través de técnicas de relajación, meditación, etc. Se trata de dejar pasar los pensamientos intrusivos y redirigir la atención hacia la tarea a realizar.
Descansos
Para poder recuperar la atención es importante hacer descansos breves que permitan a los niños retomar la tarea estando más frescos.
Igualmente, hay que asegurarse de que duerman lo necesario. Dormir mal y poco afecta la atención, la concentración y la memoria.
Motivación
Sin requerir de grandes regalos o premios, podemos ofrecer pequeños incentivos cada vez que el niño avanza en sus ejercicios de atención. Una tarde en el parque, ir al cine, ver juntos una película, etc.
Neurofeedback dinámico y atención
NeurOptimal® se ha convertido en una excelente alternativa pues brinda al individuo recursos y aprendizajes que perdurar en el tiempo y que no generan efectos secundarios no deseados.
Entre los beneficios podemos destacar:
- Incremento del ritmo del aprendizaje.
- Aumento de la plasticidad neuronal.
- Refuerzo de la memoria de trabajo.
- Mejora de la capacidad de atención y concentración.
- Aumento de la velocidad de procesamiento de la información.
- Mejora de la capacidad de análisis.
- Gestión del estrés.
- Superación del miedo al fracaso.
- Mayor interés y motivación por las tareas.
Esta técnica produce mejoría significativa en el comportamiento alterado, la atención y el autocontrol de los niños.
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