Aunque la perfección no es parte de la naturaleza humana, la Atelofobia es miedo a ser imperfectos y se vive de diversas formas mermando nuestra calidad de vida.
Una de las áreas en las que el neurofeedback dinámico puede tener buenos resultados es el manejo de la ansiedad y estrés que nos producen las fobias. En esta ocasión trataremos una fobia que puede ser subjetiva, pero que nos afecta demasiado, y que tiene que ver con nuestro sentimiento de insuficiencia.
Las exigencias sociales, económicas y laborales que hoy nos abruman, nos impulsan a cada vez “dar” más de nosotros: ser más productivos, más capaces, más acaudalados, mejor organizados. Elevamos los estándares y la competitividad.
Llegamos a pensar que no solo hay que ser bueno en algo, hay que serlo en todo y aún mejor. Buscamos la excelencia, a veces hasta la perfección en todo lo que somos y hacemos.
En algunos casos puede surgir hasta sintomatología fóbica a no alcanzar la perfección. Es el caso de aquellos que padecen atelofobia, una peculiar fobia de la cual vamos a hablar en este artículo.
¿Qué es la atelofobia?
La Atelofobia es el miedo de no hacer algo bien o el miedo de no ser lo suficientemente bueno; se trata del miedo a la imperfección.
Ésta no es una fobia común, más bien su detonador es subjetivo (según la percepción del individuo). Está ligada a sentimientos generados en el pasado donde una persona con autoridad (un padre, un jefe o un amigo), reclamó lo ineficaz que la persona era y que no tendría la facultad de realizar cualquier cosa correctamente.
Quienes sufren atelofobia pueden caer en depresión al ver frustradas sus expectativas de perfección. La realidad no es como la esperan.
Un atelofóbico tiene el pánico de que lo que está haciendo este mal de alguna manera, incluso hacer una llamada, escribir cualquier cosa, comer o hablar delante de los demás es difícil para ellos, ya que tienen miedo de que están cometiendo algún tipo de error en su tarea.
Orígenes de la atelofobia
Aunque las causas de esta fobia no siempre son claras, pueden existir factores diversos que la provoquen.
Puede existir una predisposición biológica, como por ejemplo un umbral de activación fisiológica bajo la herencia de rasgos de personalidad algo perfeccionistas.
Esta predisposición o vulnerabilidad sólo es tal, pero la vivencia de determinados sucesos o el aprendizaje de ciertas maneras de actuar puede confluir con ella para favorecer la aparición de la atelofobia.
También se ha observado que quienes padecen atelofobia hayan tenido una educación restrictiva o hayan recibido un elevado nivel de críticas, no siendo nunca su actuación suficiente para complacer a su entorno.
También puede aparecer en casos en que se haya vivenciado que no lograr hacer algo suficientemente bien haya tenido severas consecuencias en sus vidas, algo que les puede haber llevado a generalizar de tal manera que se teme que no ser perfecto tenga consecuencias.
Características de un atelofóbico
- Aunque el atelofóbico sea inteligente y talentoso como cualquier otro, sus capacidades están enmascaradas por el miedo a fallar.
- No compite con nadie, ni tampoco acepta cualquier reto: si está dotado con el talento de escribir, no escribe. Si escribiese, por ejemplo, no le mostraría su obra a nadie porque teme que ésta no sea perfecta.
- Puede dejar de hacer algo productivo porque tiene miedo de que no puedan hacerlo bien y decepcionar a quienes le rodean.
- Le cuesta tomar la iniciativa, así que en trabajos donde tenga que tomar decisiones no le irá muy bien.
- Tienen una incapacidad para relajarse pues su mente está siendo bombardeada por pensamientos constantes de un posible fracaso.
- Por este mismo motivo pueden tener trastornos del sueño, insomnio especialmente.
- Este tipo de fobias pueden también derivarse en la anorexia, bulimia o vigorexia.
Neurofeedback dinámico auxiliar en caso de Atelofobia
Como otras fobias de las que ya hemos hablado previamente, la Atelofobia puede auxiliarse del neurofeedbac dinámico para alcanzar mayores niveles de relajación, disminuir la ansiedad y gestionar mejor el estrés.
Igualmente puede ayudar a mejorar los ciclos de sueño, alcanzando mayor descanso.
Los pensamientos rumiantes que suelen agotar la mente de quienes sufren esta fobia también pueden disminuir al lograr la relajación.
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