Cuando hablamos de aprendizaje y neurofeedback dinámico, todo es beneficios, pues al conocer los detalles del procesamiento de la información y la manera en que se desarrollan las conexiones neuronales, podemos estimularlo con entrenamiento para facilitar el aprendizaje, especialmente en niños.
Aprender consiste en adquirir, procesar, comprender, almacenar, recuperar y aplicar una información que nos ha sido enseñada, y que nos es útil para adaptarnos a lo que el contexto demanda de cada uno de nosotros. Para ello, se requiere que la información llegue a nosotros a través de los sentidos, luego sea procesada y almacenada en el cerebro, para finalmente ser recordada por éste para utilizarla.
De igual modo, a través de este proceso se modifican y adquieren habilidades, destrezas, conocimientos, conductas o valores resultado de la experiencia, la instrucción, el estudio, razonamiento y observación.
El aprendizaje inicia cuando más se necesita, pues su objetivo es lograr la adaptación al entorno; de tal modo que desde el momento del parto comienza este mecanismo, cuando el cerebro del bebé pesa alrededor de 350 gramos. Al nacer, las neuronas no dejan de multiplicarse, por el contrario, tejen redes hasta los tres años de vida; en esta etapa se da la máxima receptividad, y todos los datos que llegan a él se clasifican y archivan de modo que esté disponible en todo momento.
Tales acciones dependen del funcionamiento del cerebro, por supuesto, y la manera en que se traman las conexiones neuronales (sinápticas). Así, el aprendizaje es el resultado del fortalecimiento o abandono de las conexiones sinápticas; tanto se estimule el aprendizaje para que ello suceda o no. La modificación de las sinapsis es un proceso relativamente lento comparado con los tiempos típicos de los cambios en los potenciales eléctricos que sirven de señal entre las neuronas.
Si las neuronas están inactivas, entonces la única modificación sináptica existente consiste en el deterioro o decaimiento potencial de la sinapsis, que es responsable del olvido.
FACTORES VINCULADOS CON EL APRENDIZAJE
En el aprendizaje se ponen de manifiesto la atención, la motivación, la memoria y la comunicación.
Atención:
Mediante los mecanismos que el cerebro tiene para regular la atención, nos orientamos hacia algo en particular y desatendemos los demás estímulos; así nos preparamos para recibir la información que toca aprender. Luego, si el objeto de estudio vale la pena, mantenemos la atención y el cerebro comienza a discriminar la información; es decir, define si es información nueva o no, si vale la pena guardarla, si es de nuestro interés. Y, por otro lado, al mismo tiempo, se rechaza y filtra aquello que nos pueda distraer o si se cambia de objeto de nuestra atención.
Motivación:
La motivación nos impulsa y prepara a realizar una acción y es la base de la atención tanto como la memoria, pues nos dice lo que más nos afecta y nos deja recordarlo. Es la base de la realización de cualquier actividad: nos impulsa a actuar. Sin motivación cualquier acción a realizar no será satisfactoria.
Memoria:
La memoria nos permite registrar, codificar, consolidar y almacenar la información de modo que, cuando la necesitemos, podamos acceder a ella y evocarla. Es, pues, esencial para el aprendizaje.
Comunicación:
La comunicación necesita de amplias zonas del cerebro y de complicados mecanismos de funcionamiento que aseguren la comprensión y la expresión de lo comunicado. Comunicar es un intercambio de información que requiere atención, recuerdo y motivación; a su vez, si la comunicación es correcta favorece a estos tres.
El cerebro que aprende
Cuando estamos en el proceso de aprendizaje se activan varias regiones cerebrales, lo que exige la coordinación de un complejo conjunto de acciones que involucran tanto a los cinco sentidos como al propio movimiento del cuerpo. Este proceso coordinado se llama mielinización, que implica impulsos nerviosos que se emiten a mayor velocidad y con ello se incrementa la actividad neuronal. Así, cuando incorporamos nuevos conocimientos transformamos muchas conexiones neuronales.
Varias áreas del cerebro trabajan juntas en el proceso de aprendizaje. Estas partes separadas del cerebro se comunican entre sí a velocidades extremadamente rápidas. Si la sincronización entre ambas partes no se realiza de la manera adecuada, puede haber deterioro en la capacidad innata del ser humano para aprender.
Aprendizaje y Neurofeedback dinámico
El neurofeedback dinámico es una técnica que trabaja con las funciones cerebrales y este entramado de conexiones, ayudando a solucionar problemas comunes relacionados con el aprendizaje.
Entre sus beneficios se encuentra:
- Ayuda al autocontrol
- Incrementa la creatividad
- Mejora la atención, concentración y memoria
- Acelera todo tipo de aprendizaje
- Disminuye el estrés y los miedos
- Aumenta la confianza en uno mismo
Ayudando a conectar o sincronizar adecuadamente, y de forma totalmente natural, las partes del cerebro adecuadas, se puede mejorar sustancialmente las dificultades de aprendizaje. Al entrenar el cerebro con la técnica del neurofeedback dinámico puede mejorarse la coordinación y comunicación entre las distintas áreas del cerebro lo que tiene un significativo impacto positivo en la capacidad de aprender.
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