Estos 9 Tipos de depresión en los que interviene el neurofeedback son comunes, pero su diagnóstico y tratamiento no siempre son oportunos.
Cuando se habla de depresión se cree que el cuadro clínico es igual para todos los pacientes. Que encontraremos abulia, ideas suicidas o profundo pesar, siempre y en todos los casos. Sin embargo, los síntomas son diferentes en cada caso y también dependiendo del tipo de depresión que se esté padeciendo.
Tipos de depresión en los que interviene el neurofeedback
Existen diversos tipos y grado de depresión. Lo correcto es conocerlos para alcanzar un diagnóstico y tratamiento oportunos y acordes a cada caso.
1. Depresión mayor
Entre los tipos de depresión en los que interviene el neurofeedback, la depresión mayor es también conocida como trastorno depresivo mayor, depresión clínica, depresión unipolar o simplemente depresión. Se considera la más crítica y su tratamiento debe ser integral, a partir de un abordaje multidisciplinario.
La depresión mayor es un trastorno del estado de ánimo. Se presenta cuando los sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración interfieren con la vida diaria durante un largo período de tiempo. También cambia la manera en la que funciona el cuerpo. Ésta puede cambiar o distorsionar la forma como la persona se ve a sí misma, a su vida y a las personas a su alrededor.
Con la depresión, a menudo se ve todo en una forma negativa. Es difícil para imaginar que un problema o situación se pueda resolver de un modo positivo.
2. Depresión posparto
Las mujeres tienen un riesgo de depresión durante el embarazo y durante el año siguiente al parto, situación conocida como depresión posparto. Esta se caracteriza por una tristeza persistente, que suele contradecir el momento feliz de la llegada de un bebé y que hace sentir culpable a la mujer por el no poder gozar de su maternidad plenamente.
Los síntomas de depresión postparto, además de los comunes de la depresión mayor también incluyen: sentimiento de agobio; llanto persistente sin razón aparente; falta de lazos de afecto con el bebé; y dudas sobre la propia capacidad de cuidar de una misma y del bebé.
Asimismo, no olvidemos que los padres también puede atravesar por este tipo de depresión en los que interviene el neurofeedback, no sólo las mujeres.
3. Melancolía
Es una forma severa de depresión en la que muchos de los síntomas físicos de depresión están presentes (dolor de cabeza, espalda, estómago). El signo más distintivo es que la persona comienza a moverse de forma lenta.
Se considera, por otra parte, que la melancolía, como la tristeza y otras emociones llegan a ser patológicas al alteran el pensamiento normal del individuo y dificultan su desempeño social. Si un día a uno le da por extrañar a la familia y quedarse en casa a mirar fotos, escuchar música e incluso llorar, es normal, a todos nos pasa.
Pero si haces de esto un hábito o lo continúa por días; si además se bebe alcohol en demasía recordando al son de la música, se produce aislamiento, se descuidan las obligaciones por sufrir el recuerdo, la melancolía tenderá a una depresión mayor.
4. Distimia
La distimia es un tipo de trastorno afectivo que se caracteriza por sentimientos de desesperanza, falta de energía, cansancio, dificultades para concentrarse y tomar decisiones, así como una baja autoestima.
Sin embargo, a diferencia de la depresión, la persona con distimia no tiene pensamientos recurrentes sobre la muerte ni pierde la capacidad para experimentar placer. La persona con distimia experimenta un estado de ánimo melancólico, pero este no le impide seguir con su día a día, mientras que quien padece una depresión mayor puede verse profundamente incapacitado para llevar adelante su vida.
5. Depresión psicótica
En ocasiones, las personas con este trastorno pueden perder contacto con la realidad y experimentar psicosis. Pueden presentarse alucinaciones o delirios (falsas creencias que no son compartidos con otros).
6. Trastorno bipolar
Las personas que sufren de bipolaridad presentan saltos de humor extremos, que usualmente no tienen nada que ver con los eventos que están viviendo. Los periodos de sentirse triste o deprimido pueden alternar con periodos de sentirse muy feliz y activo (euforia), o estar malhumorados e irritables.
Un porcentaje cercano al 2 por ciento de la población mundial padece trastorno bipolar, una enfermedad psiquiátrica que afecta a las emociones, que lleva a las personas a experimentar súbitamente un tránsito de la euforia a la depresión y puede llegar a ser incapacitante.
7. Trastorno afectivo estacional
Se refiere a un tipo de depresión que ocurre en cierta época del año, generalmente coincidiendo con el invierno.
Cuando la temperatura comienza a descender, pero especialmente cuando la luz solar es menor en el tiempo invernal, suele provocar trastorno afectivo estacional, un problema de salud mental relacionado con la depresión.
Se trata de un trastorno que afecta a más de diez millones de personas, según los expertos. Michelle Riba, profesora de psiquiatría y directora asociada al Centro de Depresión de la Universidad de Michigan, recomendó que las personas que distinguen un patrón regular de tristeza, ansiedad, aflicción durante los meses fríos necesitan tratar su depresión subyacente.
8. Trastorno Ciclotímico
Es descrito como una forma leve del trastorno bipolar. Consiste en oscilaciones cíclicas de humor, sin embargo, los síntomas son menos severos que una manía o depresión.
9. Sunday Blues
Se conoce al Sunday Blues como una depresión pasajera que aparece los domingos y que va más allá de una tarde aburrida. Este sentimiento no es aislado ni casual, se trata de un fenómeno real que afecta a más personas de lo que parece. De acuerdo con un estudio realizado por científicos alemanes y suecos, el domingo es el día más triste de la semana, y el viernes podría ser el más feliz.
Apoyo del Neurofeedback dinámico en casos de depresión
La técnica de neurofeedback dinámico es beneficiosa para todas las personas pues es inocua (no emite ondas), eficaz y agradable y además favorece:
- Mejoras en las áreas emocionales: ánimo, humor y autoestima, disminuyendo la ansiedad.
- Mejora la atención, la concentración y la serenidad; permite aumentar la rapidez de repuesta, y por tanto la eficiencia y la productividad.
- Genera propensión a experimentar confianza y satisfacción, siendo muy útil cuando el estado de ánimo es bajo.
- Mejoras en flexibilidad mental.
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