Estas 8 Claves para prevenir el estrés laboral evitarán el desgaste de tu salud física y mental que puede provocar esta presión cotidiana.
La pandemia por Covid 19 nos enfrentó a la posibilidad de perder el empleo; una preocupación de carecer de recursos para la manutención familiar, aunque también una afectación emocional ante la idea de ser prescindibles.
Hoy, los que contamos con un trabajo, vivimos la responsabilidad de conservarlo con mayor presión psicológica e incluso física. Una causa más para padecer lo que se conoce como estrés laboral.
¿Qué es el estrés laboral?
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el estrés laboral es identificado como un grupo de reacciones emocionales, psicológicas, cognitivas y conductuales ante exigencias profesionales que sobrepasan los conocimientos y habilidades del trabajador para desempeñarse de forma óptima.
Este puede detonarse por la presión que ejerce sobre nosotros las altas demandas que el trabajo profesional nos impone. La carga de tareas, plazos fijos que cumplir, expectativas de desempeño y la búsqueda de reconocimiento forman parte del día a día en la vida profesional de cualquiera.
Sin embargo, la sobrecarga de tareas rutinarias en un ambiente peligroso u hostil terminan por generar un sentimiento de tensión, impotencia y frustración constante conocido como estrés laboral, el cual puede llegar a tener repercusiones nocivas para la salud física y mental del trabajador, incluso fatales, de no ser prevenidas y atendidas.
¿Por qué se genera el estrés laboral?
Condiciones diversas propias del trabajo, del ámbito personal o el entorno social pueden ser causas del estrés laboral, entre ellas:
Propias del trabajo
- Trabajo a ritmo rápido, presión de tiempo
- Falta de control (del ritmo de trabajo, pero también relacionada con riesgos físicos)
- Baja participación en las decisiones
- Poco apoyo de colegas o supervisores
- Pobre desarrollo de carrera
- Inseguridad laboral
- Muchas horas de trabajo
- Salarios bajos
- Acoso sexual o psicológico
Relación Hogar-Trabajo
- Conflicto de papeles y responsabilidades, particularmente para las mujeres
- El hogar es el lugar de trabajo
- La familia está expuesta a los riesgos ocupacionales
- Violencia doméstica, ataque físico, peligro de violación sexual
- Dificultades en la logística de la vida diaria
Personales
- Competitiva, hostil
- Demasiado comprometida
- Falta de confianza en sí mismo
Consecuencias físicas del estrés laboral
Algunos estudios han determinado que altas exigencias laborales dan como resultado siete veces mayor riesgo de agotamiento emocional; poco apoyo de los compañeros, dos veces mayor riesgo de problemas en espalda, cuello y hombros; bajo control del trabajo, dos veces mayor riesgo de mortalidad cardiovascular y, mucha tensión puede producir tres veces mayor riesgo de morbilidad por hipertensión.
La OMS estima que entre el 21 y 32 por ciento de casos de hipertensión en América Latina están relacionados con altas exigencias laborales y bajo control.
Otros trastornos causados por el estrés laboral pueden ser gastrointestinales, respiratorios, endocrinos, dermatológicos, musculares, dolores crónicos entre otras manifestaciones somáticas del estrés laboral.
Consecuencias en la salud mental
Pero la prolongación del estrés por motivos laborales no sólo daña nuestra salud física, también puede generar daños en la salud mental. Está por ejemplo el síndrome de burnout o desgaste emocional, que afectará el desempeño laboral del trabajador.
Entre los efectos negativos producidos por el estrés se encuentran:
- Preocupación excesiva
- Incapacidad para tomar decisiones
- Sensación de confusión
- Incapacidad para concentrarse
- Dificultad para mantener la atención
- Sentimientos de falta de control
- Sensación de desorientación
- Frecuentes olvidos
- Bloqueos mentales
- Hipersensibilidad a las críticas
- Mal humor
- Mayor susceptibilidad a sufrir accidentes
El mantenimiento de estos efectos puede provocar el desarrollo de trastornos psicológicos asociados al estrés. Entre los más frecuentes están: trastornos del sueño, trastornos de ansiedad, fobias, trastornos sexuales, depresión y otros trastornos afectivos, trastornos de la alimentación y trastornos de la personalidad.
De igual modo, se podrán presentar otras conductas poco saludables como el consumo excesivo de alcohol, tabaco u otras drogas y, al extremo, acciones fatales motivadas por un contexto adverso interno y externo.
Durante el Foro Internacional Políticas Pública de Empleo y Protección Social en México en 2013, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reconoció que el estrés “puede llevar a una persona a la angustia, a la depresión e incluso al suicidio.
Claves para prevenir el estrés laboral
Aunque cada vez es más difícil no sentir estrés en el ámbito cotidiano, especialmente por factores laborales, tenemos algunas claves que pueden ayudarnos para prevenirlo o al menos evitar que dañe severamente nuestra salud.
- Descansar. Tomarse un descanso es, por obvio que parezca, el principal remedio preventivo. Sin embargo, muchas veces nos negamos esta acción básica.
- Generar una descripción de puesto que nos permita definir específicamente cuáles son las tareas que nos corresponde y discriminar aquellas que no están incluidas en nuestro puesto laboral. Esto puede ayudar a obtener una mejor comprensión de lo que se espera de uno y darnos una mayor sensación de control.
- Establecer metas razonables. Dejemos de intentar resolver todos los problemas de la empresa o resolver todo lo que se nos pide aun cuando sabemos que somos incapaces, por tiempo, por el esfuerzo que nos requiere o porque sale de nuestro control. Es importante también aprender a decir no.
- Limita el uso de la tecnología. Durante la pandemia se vivió más que nunca que, por estar trabajando en casa, algunas empresas supusieron que cualquier hora era propicia para contactar con nosotros y se rompieron los horarios establecidos. Es momento de volver a apagar los teléfonos o dejar de revisar el correo una vez terminada la jornada de trabajo.
- Poner límites. Si las condiciones laborales son peligrosas o incómodas, se debe hablar con el jefe, la empresa o responsable para resolver el problema o determinar ciertos límites.
- Organización. Claro que ésta es una clave esencial. Hay que definir las tareas que se harán durante el día, hacer listas de pendientes y seguirlas, jerarquizar labores en orden de importancia y así irlas resolviendo, etc.
- Darse tiempo. Debemos desconectar nuestra mente del trabajo. Una vez que se haya salido del espacio laboral y concluido el horario, es importante darnos tiempo libre, hacer lo que nos gusta, disfrutar con la familia y no seguir con la mente en las tareas pendientes.
- Aprenda otras maneras de manejar el estrés. Existen muchas otras formas de manejar el estrés, incluso hacer ejercicio regularmente y utilizar técnicas de relajación.
Por supuesto, también recomendamos practicar neurofeedback dinámico, el cual brinda diversos beneficios que ayudarán a estar más concentrado, con mejor enfoque en la toma de decisiones, nivel de recordación mayor. Además de que nos brindará la oportunidad de tener más calma, mejor manejo del estrés y de la ansiedad.
Una herramienta ideal para el manejo del estrés laboral de forma no invasiva y potencializadora de tus capacidades y resistencia a la tensión cotidiana a la vez.
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