Con estos 7 tips de cómo hackear al cerebro para cumplir tus propósitos te ayudarás a lograr tus metas sin resistencia.
En otros posts anteriores hemos comentado cómo el cerebro es el gran obstáculo a vencer cuando de cumplir nuestros propósitos de año nuevo se trata. Al cerebro no le gustan los cambios, pues los interpreta como un riesgo; frente a la idea de adquirir hábitos diferentes o tomar mejores decisiones para nuestra vida, el cerebro pone resistencia.
De acuerdo con el neurocientífico Estanislao Bachrach, el cerebro “está programado para no cambiar, pero tiene una capacidad de cambio que nosotros no usamos. El cerebro busca la rutina y el automatismo para no correr riesgos”.
¿Por qué es importante tener propósitos?
No obstante, tener propósitos en la vida es fundamental para la salud mental. Contar con planes hacia el futuro permite disminuir riesgos de ansiedad y depresión. Las personas que tienen propósitos en la vida son más eficientes a la hora de regular los procesos fisiológicos asociados al estrés.
También se sabe que tener un sentido vital puede ayudar a aumentar mecanismos de resiliencia compensatorios en el cerebro, especialmente ante una enfermedad neurodegenerativa como la de Alzheimer. Aunque aún no se saben los motivos, tener un por qué promueve la resiliencia cerebral.
¿Por qué el cerebro dificulta cumplir nuestros propósitos?
Cuando los propósitos tratan de deshacernos de un hábito, suele ser mucho más difícil el cumplirlos. Las tareas habituales son realizadas con el cerebro en “piloto automático”. El sistema nervioso no pide autorización para cometer un acto habitual, simplemente lo actúa de manera automática.
Los circuitos neuronales no tienen que buscar la información en la memoria para recordar cómo practicar cierto hábito, por ejemplo fumar. Por tanto, el cerebro no requiere de razonamiento para evaluar dicha acción, no la planifica sino simplemente la ejecuta. Cuando menos pensamos ya estamos con el cigarrillo entre los labios.
El verdadero trabajo es hacer consciente la práctica de estos hábitos que deseamos erradicar y auxiliarnos con una herramienta que lo permita. Por ejemplo, una alarma que nos recuerde beber más agua.
Cómo hackear al cerebro para cumplir tus propósitos
Observarnos que el cerebro requiere nuestra ayuda para cambiar de hábitos, por lo que te proponemos algunas formas de cómo “hackear” tu cerebro para cumplir tus propósitos.
1. Haz un plan
Según un estudio realizado por el psicólogo Richard Wiseman, lo más apropiado para cambiar nuestros hábitos es hacer un plan en el que describas acciones pequeñas (metas) y la forma de lograrlas paso a paso. Funcionará mejor si lo pones por escrito y sigues tu progreso (lleva un calendario).
El cerebro funciona más eficazmente si tus planes son concretos, medibles y a corto plazo.
2. Busca hábitos diarios
Funcionan mejor los hábitos que son diarios, siete veces a la semana, que los que son unos días sí y otros no, como tres días a la semana, donde siempre encontramos una excusa para postergarlo.
3. Crea un plan de contingencia
Al principio será fácil fallar, por lo que es adecuado tener un plan B. De acuerdo con el profesor Tim Bono, neurocientífico de la Universidad de Washington, hay que tener preparado un plan por si comenzamos a fallar, en éste debes considerar cómo responder ante cada una de las circunstancias que te impidan realizar tus metas.
4. Comprométete en público
Díselo a tus amigos o a tu familia, haz un compromiso público respecto a tu cambio de hábitos. Es más difícil cambiar de planes si hemos hecho una promesa ante los demás. Dar excusas a otros es más complicado que dárnoslas a nosotros mismos. Las redes de apoyo son fundamentales en este terreno.
5. Integra un eslabón
Cambiar un hábito o integrar uno nuevo a la rutina debe ser de manera orgánica. Hay que incorporarlo a la rutina y no tratar de cambiarla toda. Integra a lo que ya es tu esquema habitual un nuevo “eslabón” en la serie de actividades.
Por ejemplo, si te planteas caminar más, puedes comenzar bajándote del transporte una cuadra antes, en vez de disponerlo todo para ir a caminar a un parque, al finalizar tu jornada. Esta estrategia hace que, en medio de tu jornada, cuando de todos modos tienes que moverte, puedas encontrar un hueco a caminar más, verás que poco a poco incrementarás el tiempo y la distancia.
6. Céntrate en el beneficio
Muchas veces nos concentramos en el sacrificio que implica cambiar de hábitos, poco lo hacemos en los beneficios. Así es más fácil que el cerebro se resista. En cambio, poner por escrito los beneficios que obtendrás al cambiar tus hábitos te permitirá mantener motivado.
7. Date una recompensa
El circuito de recompensas del cerebro, el que nos permite sentir placer es el mismo que el que nos mantiene motivados, el que funciona básicamente con dopamina. Así que al cerebro le encantan las recompensan y sin duda te impulsará a actuar de la misma manera para seguir obteniendo más placer. Prémiate ante tus pequeños avances con un pequeño gusto que te cause placer.
Este proceso es el mismo que te impulsa a seguir yendo al gimnasio cuando te has hecho al hábito y te lleva a hacer una repetición más.
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Plus: Entrena tu cerebro para triunfar
El neurofeedback dinámico es una técnica que te ayudará a entrenar tu cerebro para estar disponible al cambio y así conquistar tus metas.
Este trabaja con las funciones cerebrales y el entramado de conexiones neuronales, ayudando a solucionar problemas comunes relacionados con el aprendizaje (de nuevos hábitos).
Entre sus beneficios se encuentra:
- Ayuda al autocontrol
- Incrementa la creatividad
- Mejora la atención, concentración y memoria
- Acelera todo tipo de aprendizaje
- Disminuye el estrés y los miedos
- Aumenta la confianza en uno mismo y la motivación
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