7 Mitos sobre el Trastorno Afectivo Bipolar

Estos 7 Mitos sobre el Trastorno Afectivo Bipolar afectan el diagnóstico y tratamiento oportuno, por ello debemos informarnos y dejar de difundirlos.

Hubo un tiempo en que vimos pasar muchos memes en los que un cambio de humor cotidiano era confundido con la bipolaridad. Los estados de ánimo son eso, momentos en el que las emociones pueden variar, ya que éstas también son transitorias.

Debemos evitar simplificar el trastorno de bipolaridad como un simple paso de estar contentos a estar tristes o enojados, pues ello promueve mitos los múltiples mitos que evitan su diagnóstico y tratamiento oportuno.

Entre los mitos sobre el trastorno afectivo bipolar (TAB) más constantes está, precisamente la creencia de que se trata de un tránsito de estados de ánimo abrupto e inocuo. Sin embargo, los cambios en el estado de ánimo no son inmediatos, las fases maniacas y depresivas pueden durar por días, y las consecuencias pueden ser dramáticas.

¿Qué es el trastorno bipolar?

El trastorno afectivo bipolar es una enfermedad mental originada en el cerebro, por supuesto, en el que se experimentan cambios inusuales en la energía y el comportamiento de las personas. En algunos periodos las personas con trastorno bipolar se pueden sentir muy animadas y motivadas para realizar actividades enérgicas (episodio maníaco), mientras que en otra etapa se sentirán tristes, desmotivadas y abúlicas (episodio depresivo).

Cabe señalar que no es lo mismo que los altibajos que todos podemos atravesar en la vida cualquiera de nosotros. Los síntomas bipolares son más intensos y duraderos, y pueden dañar las relaciones entre personas, hacer que sea más difícil ir al colegio o universidad o conservar un empleo. Algunas personas que sufren del TAB pueden incluso intentar hacerse daño o suicidarse.

7 Mitos sobre el Trastorno Afectivo Bipolar

Desconocer los verdaderos síntomas y la intensidad de éstos, puede ser origen de los mitos que se tejen alrededor del Trastorno Bipolar. Entre ellos, los siguientes:

El TAB es cambio del estado de ánimo. Como hemos dicho antes, la llamada bipolaridad es un padecimiento de origen cerebral que debe ser tratado apropiadamente por un especialista. No es sólo un cambio en el estado emocional sino implica una alteración en la producción de ciertos neuroquímicos que afectan el comportamiento y actitud de las personas, así como de su calidad de vida. Esta enfermedad es crónica y recurrente.

Los bipolares cambian rápidamente de maníaco a depresivo. El paciente bipolar promedio se deprime más a menudo y solo tiene en contadas ocasiones crisis maníacas. Aunque hay perfiles diferentes la mayor parte de los pacientes tienen un estado de ánimo anormal con predominio hacia uno u otro estado de ánimo, consecuencia de alguna situación personal.

Un episodio maníaco implica estar muy feliz. La felicidad es una condición normal en el ser humano, los episodios maníacos es una condición anormal. Su estado de ánimo es exaltado y se acompaña de otras alteraciones que le ponen en riesgo a ellos y a otras personas. Conducir muy alta velocidad, por ejemplo, puede ser una de las conductas de riesgo que afronte una persona con en manía. El sello distintivo de la manía es un estado de ánimo eufórico o elevado pero un número significativo de personas se convierten en personas nerviosas e irritables cuando la manía progresa.

El TAB incapacita a las personas para trabajar. Cuando se hace un buen diagnóstico y se sigue un adecuado plan de tratamiento, una persona con TAB puede llevar a cabo una vida normal, con responsabilidades escolares y laborales.

Una persona con bipolaridad no debería tener hijos. No existen argumentaciones para evitar la paternidad o maternidad. Hombres y mujeres con TAB pueden tener hijos, bajo el conocimiento de que la probabilidad de desarrollar la enfermedad por herencia es menos del 50%. Lo que se hereda son las probabilidades de desarrollar estos trastornos, pero no el trastorno ni la enfermedad mental. En el caso de las mujeres, debido al tratamiento médico, deberán consultar con su equipo tratante cuando decidan embarazarse.

Las personas con TAB son peligrosas. Aunque puedan tener conductas de riesgo, las personas con trastorno afectivo bipolar no son peligrosas per se. Generalmente, suelen ser ellas las que reciben tratos hostiles y agresiones.

Después de un tratamiento médico el TAB se puede curar. Desgraciadamente no existe una cura para el Trastorno Afectivo Bipolar. El TAB es una enfermedad neurobiológica crónica y recurrente, por lo que el tratamiento farmacológico es permanente.

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Actualmente, el trastorno bipolar no tiene una cura definitiva, pero sí existen distintos tratamientos que ayudan a controlar los síntomas y a mejorar la calidad de vida de las personas. Estos tratamientos deben ser de por vida e incluir una combinación de medicamentos y psicoterapia.

No obstante, también se pueden complementar con alternativas innovadoras como el neurofeedback dinámico, que ayuda a mejorar la calidad de vida y la estabilidad de este trastorno.

Esta técnica se encarga de dar retroalimentación directa en la actividad cerebral de los sujetos. El objetivo es poder regular y estabilizar la actividad que causan las posibles alteraciones en el estado de ánimo, mejorando el funcionamiento de las redes neuronales, las cuales se encargan de poder administrar los distintos procesos emocionales y cognitivos.

Asimismo, ayuda a reeducar, estabilizar y regular los patrones neuronales a modelos más saludables. Todo ello ayudará a los sujetos a autorregularse y a promover la estabilidad del estado de ánimo, así como proporcionar: