Respecto a la salud mental hay mucha información falsa que debemos dejar de difundir, como estos 7 mitos de la esquizofrenia que debemos dejar de creer.
La esquizofrenia es una enfermedad mental etiquetada con múltiples estigmas, prejuicios y mitos que, de seguirlos difundiendo de manera irresponsable, sólo incrementan su ignorancia y retrasan la atención oportuna de quienes la padecen y ponen en riesgo incluso su integridad física.
Es un trastorno mental grave por el cual las personas interpreta la realidad de manera anormal. La esquizofrenia puede provocar una combinación de alucinaciones, delirios y alteraciones graves en el pensamiento y el comportamiento, que afecta el funcionamiento diario y puede ser incapacitante.
Quienes padecen esta enfermedad necesitan recibir un tratamiento oportuno y durante toda su vida ya que no se cuenta, hasta hoy, con un cura. El tratamiento temprano puede ayudar a controlar los síntomas antes de que se desarrollen complicaciones más graves y puede mejorar el pronóstico a largo plazo.
Cuáles son las causas de la esquizofrenia
Aunque no se conocen con precisión las causas de la esquizofrenia, los neurocientíficos consideran que su origen puede deberse a una combinación de genética, química cerebral y condiciones ambientales que contribuyen a desarrollar este trastorno.
Se sabe que, en los casos de esquizofrenia, existe un desequilibrio en la producción de ciertos neurotransmisores, como la dopamina, serotonina y el glutamato* (el principal mediador de la información sensorial, motora, cognitiva, emocional, entre otras funciones).
Los estudios de imágenes cerebrales muestran las diferencias en la estructura del cerebro y el sistema nervioso central de las personas con esquizofrenia.
Síntomas de la esquizofrenia
Uno de los mitos sobre esquizofrenia es que todos los enfermos experimentan los mismos síntomas. Esto no es así, pues entre ellos existe una gran de diversidad de signos que puede presentar un paciente esquizofrénico.
Entre los síntomas que pueden manifestarse se encuentran de dos tipos: positivos y negativos.
Síntomas positivos son disturbios que son “añadidos” a la personalidad de la persona.
- Ilusiones—ideas falsas—los individuos pueden creer que alguien los está espiando, o que ellos son alguien famoso.
- Alucinaciones—viendo, sintiendo, saboreando, escuchando o oliendo algo que verdaderamente no existe. La experiencia más común es la de escuchar voces imaginarias que dan mandatos o hacen comentarios al individuo.
- El habla y el pensamiento trastornado—cambiando de un tema a otro, de una manera sin sentido. Los individuos pueden crear sus propias palabras y sonidos.
Síntomas negativos son capacidades que son “perdidas” de la personalidad de la persona.
- Alienación social
- Apatía extrema
- Falta de motivación o iniciativa
- Falta de respuesta emocional
Algunos de los comportamientos que pueden servir como una señal de esquizofrenia son:
- Oyen o ven cosas que no están allí
- Sentimiento constante de que lo están viendo
- Manera de hablar o de escribir peculiar o sin sentido
- Posiciones del cuerpo que son raras
- Indiferencia en situaciones importantes
- Deterioro del estudio o del trabajo
- Cambios en la higiene o de apariencias
- Un cambio de personalidad
- Aislamiento social
- Respuestas irracionales, amargas o temerosas hacia seres queridos
- Incapacidad de dormir o de concentrarse
- Comportamiento inapropiado o raro
- Preocupación extrema sobre la religión y lo oculto
7 Mitos de la esquizofrenia que debemos dejar de creer
1. Todos tienen los mismos síntomas
Como hemos señalado anteriormente, se cree que todos los enfermos de esquizofrenia manifiestan los mismos síntomas, lo cual no es verdad. Incluso, debemos considerar que existen diversos tipos de esquizofrenia y con ello la diversidad de síntomas aumenta.
2. Las personas con esquizofrenia son peligrosas
Aunque en los brotes agudos esto puede llegar a suceder, no es la norma. Una atención oportuna y adecuada con la medicación conveniente e intervención psicológica evita que las personas esquizofrénicas no sean más violentas que la población en general. El pequeño porcentaje de personas con esquizofrenia que pudiera llegar a ser agresiva, suele serlo consigo misma. Esto suele llevarlas al aislamiento debido a su miedo a hacer daño a alguien o a herirse a ellas mismas para evitarlo.
3. Tienen cambios de personalidad
Según el Real Colegio de Psiquiatras del Reino Unido, estas personas sí tienen síntomas variados y psiquiátricos, pero no cambian su personalidad y pasan de ser una persona a otra distinta.
4. Son menos inteligentes
Las personas con este trastorno tienen dificultades con la atención, concentración y memoria, pero eso no los hace menos inteligentes. Conservan su inteligencia, capacidades motoras y sensoriales.
7. Todos requieren confinamiento en hospitales psiquiátricos
La mayoría de las personas con esquizofrenia viven en comunidad con tratamiento ambulatorio. La clave es el tratamiento adecuado y la adhesión a ese tratamiento, especialmente de tomar la medicación según lo prescrito.
6. No pueden llevar una vida normal
Con un control médico y constancia en la toma de la medicación, los pacientes con esquizofrenia pueden llevar una vida normal y productiva. La organización británica Rethink Mental Illness expone que 3 de cada 10 personas esquizofrénicas llegarán a curarse y una de cada cinco mejora positivamente gracias a las medicaciones.
7. Los medicamentos son peor que la enfermedad, los dejan como zombies
Los medicamentos antipsicóticos son el pilar del tratamiento de la esquizofrenia, reducen significativamente las alucinaciones, delirios, pensamientos confusos y comportamientos extraños. Y aunque pueden tener efectos secundarios, estos no son peores que los de un medicamento de uso común, en este sentido lo importante es el uso de la correcta dosis.
Los fármacos antipsicóticos, como grupo, son unos de los más seguros dentro de los medicamentos de uso común y son el mayor avance en el tratamiento de la esquizofrenia que se ha producido hasta la fecha.
Neurofeedback dinámico y esquizofrenia
Muchos estudios, aunque a pequeña escala, han demostrado grandes beneficios de las estrategias de autorregulación, como el neurofeedback, en el tratamiento de la esquizofrenia.
Se ha encontrado que la práctica del neurofeedback dinámico permite fomentar la estabilidad, el autocontrol y mejorar la concentración, pues se considera que crea las mismas ondas en el cerebro de las personas con esquizofrenia que los medicamentos que la tratan.
En otros casos también se ha observado que el entrenamiento con neurofeedback podría regular la actividad cerebral asociada a las alucinaciones auditivas verbales, según un estudio realizado por investigadores del King’s College London.
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*Es el principal mediador de la información sensorial, motora, cognitiva, emocional e interviene en la formación de memorias y en su recuperación, estando presente en el 80-90% de sinapsis del cerebro. Por si es poco mérito todo esto, también interviene en la neuroplasticidad, los procesos de aprendizaje y es el precursor del GABA –el principal neurotransmisor inhibitorio del SNC.