El estrés crónico puede tener efectos perjudiciales en la salud física y mental y alterar el equilibrio de estas 6 hormonas en el cuerpo, afectando el sistema endocrino y el bienestar general.
El estrés es una parte normal de la vida, pero cuando se vuelve crónico, puede dañar nuestra salud física y mental. Nuestros cuerpos responden al estrés liberando hormonas neurotransmisoras, incluido el cortisol, que en desequilibrio pueden afectar nuestra función cerebral.
Hay muchos tipos diferentes de neurotransmisores, cada uno con sus propias funciones específicas. Algunos de los neurotransmisores más conocidos incluyen la serotonina, GAB, dopamina, glutamato, entre muchas más.
El equilibrio de los neurotransmisores en el cerebro es importante para mantener una función cerebral adecuada. Cuando hay un desequilibrio, puede conducir a una variedad de trastornos, que incluyen depresión, ansiedad y esquizofrenia.
6 hormonas que se alteran con el estrés crónico
El estrés crónico es una respuesta prolongada del cuerpo a situaciones estresantes. Durante esta respuesta, se producen cambios neuroquímicos en el cerebro y en el sistema nervioso que pueden afectar la salud mental y física. A continuación, se describen algunos de ellos.
1. Cortisol
El cortisol es una hormona producida por las glándulas suprarrenales en respuesta al estrés. El cortisol ayuda a aumentar la energía y la resistencia del cuerpo en respuesta a una amenaza percibida. Sin embargo, cuando los niveles de cortisol están crónicamente elevados, pueden tener un impacto negativo en la salud mental y física.
Además, la elevación crónica de cortisol puede dañar la barrera hematoencefálica, lo que permite que las toxinas y otras sustancias dañinas ingresen al cerebro e interrumpan la función de los neurotransmisores.
Igualmente, el cortisol puede afectar la función de los neurotransmisores de varias maneras, reducir la disponibilidad de serotonina y dopamina en el cerebro, lo que genera trastornos del estado de ánimo. Además, puede aumentar la disponibilidad de glutamato, lo que puede provocar excitotoxicidad y daño a las células nerviosas.
2. Noradrenalina
La noradrenalina es un neurotransmisor que se libera en el cerebro y en el sistema nervioso periférico en respuesta al estrés. Ayuda a preparar al cuerpo para luchar o huir, aumentando la frecuencia cardíaca, la respiración y la presión arterial.
Cuando estamos estresados, la liberación de noradrenalina aumenta la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la respiración, preparando al cuerpo para una respuesta de “lucha o huida”. Sin embargo, si el estrés persiste durante mucho tiempo, la producción excesiva de noradrenalina puede contribuir a una serie de problemas de salud, incluyendo:
- Trastornos del estado de ánimo: la producción excesiva de noradrenalina puede contribuir a la ansiedad, el miedo y la depresión.
- Problemas cardiovasculares: el aumento de la presión arterial y la frecuencia cardíaca puede contribuir a enfermedades cardiovasculares como la hipertensión arterial y la enfermedad cardíaca.
- Problemas gastrointestinales: puede contribuir a problemas gastrointestinales como la indigestión y el síndrome del intestino irritable.
- Trastornos de sueño: la producción excesiva de noradrenalina puede contribuir a problemas de sueño, como el insomnio o hipervigilancia.
3. Serotonina
La serotonina es un neurotransmisor que regula el estado de ánimo, el sueño y el apetito. Los niveles de serotonina pueden verse afectados por el estrés crónico, lo que puede contribuir a problemas de salud mental como la depresión y la ansiedad.
El estrés crónico puede reducir la producción de serotonina en nuestro cerebro al aumentar los niveles de cortisol, una hormona del estrés producida por las glándulas suprarrenales. El cortisol reduce la disponibilidad del aminoácido triptófano, que es necesario para producir serotonina. Además, también puede reducir la capacidad del cerebro para sintetizar serotonina.
La disminución de los niveles de serotonina puede tener efectos negativos en nuestro cuerpo, incluyendo:
- Cambios de humor que puede contribuir a la depresión, la ansiedad y otros trastornos del estado de ánimo.
- Alteración del sueño: la serotonina es un precursor de la melatonina, una hormona que regula el ciclo de sueño-vigilia. La disminución de los niveles de serotonina puede contribuir a problemas de sueño como el insomnio.
- Problemas de apetito: la serotonina también juega un papel importante en la regulación del apetito. La disminución de los niveles de serotonina puede contribuir a la pérdida de apetito o al aumento del consumo de alimentos ricos en carbohidratos y grasas.
- Problemas cognitivos: la disminución de los niveles de serotonina puede afectar la capacidad de concentración, la memoria y la toma de decisiones.
4. Dopamina
La dopamina es un neurotransmisor que regula el estado de ánimo, la motivación y la recompensa. Los niveles de dopamina pueden verse afectados por el estrés crónico, lo que puede afectar la motivación y el estado de ánimo.
Cuando falta la dopamina debido al estrés crónico puede tener efectos negativos en nuestro estado de ánimo y movimiento (se ha comprobado que contribuye al desarrollo de la enfermedad de Parkinson) cognición y comportamiento.
Asimismo, la falta de dopamina puede afectar la capacidad de concentración, la memoria y la toma de decisiones y hacer que una persona busque satisfacción en comportamientos adictivos como la comida, el sexo, las drogas y el alcohol.
5. GABA
El ácido gamma-aminobutírico (GABA) es un neurotransmisor inhibidor que ayuda a reducir la actividad neuronal en el cerebro y el sistema nervioso. Los niveles de GABA pueden verse afectados por el estrés crónico, lo que puede contribuir a problemas de salud mental.
GABA actúa como un neurotransmisor inhibitorio, lo que significa que reduce la actividad de las células nerviosas en el cerebro, lo que ayuda a reducir la ansiedad, el estrés y la tensión en el cuerpo. También puede ayudar a mejorar el sueño, ya que cuando GABA se libera en el cerebro, puede inducir una sensación de relajación y somnolencia.
Además, algunos estudios han demostrado que niveles bajos de GABA en el cerebro pueden estar relacionados con ciertas condiciones de salud mental, como la ansiedad, la depresión y la esquizofrenia. Por lo tanto, mantener niveles saludables de GABA puede ser beneficioso para prevenir o tratar estos trastornos.
6. Glutamato
El estrés crónico también puede afectar el equilibrio del glutamato, otro neurotransmisor importante en el cerebro.
El glutamato es un neurotransmisor excitatorio, lo que significa que aumenta la actividad de las células nerviosas en el cerebro y puede contribuir a la respuesta de estrés. El estrés crónico puede aumentar los niveles de glutamato en el cerebro, lo que puede provocar una excitación excesiva y dañar las células nerviosas.
Además, el desequilibrio del glutamato también puede afectar la salud mental y emocional, y se ha relacionado con trastornos como la ansiedad, la depresión y la esquizofrenia. La alteración del glutamato puede afectar la capacidad para regular las emociones y la respuesta al estrés.
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