Con estas 3 claves de cómo mejorar tus liderazgo podrás encontrar mayores oportunidades para gestionar tu trabajo y tu proiopia vida orientandote a metas.
El mundo laboral exige de nosotros cada vez más capacidades. No basta con los conocimientos técnicos ni la capacitación profesional, para aumentar nuestra empleabilidad debemos desarrollar nuestras habilidades suaves (soft skills), entre ellas el liderazgo.
Se líderes no sólo consiste en guiar a un grupo de personas hacia un objetivo común, es emplear todos nuestros recursos intelectuales y emocionales para lograrlo. Un líder utiliza sus conocimientos, su capacidad para tomar decisiones, su manera de relacionarse con otros y empatizar, así como la habilidad de identificar problemas y oportunidades.
Habilidades de liderazgo
Un líder lo es porque presenta habilidades de un desarrollo integral como persona y ente social, entre estas habilidades se encuentran:
- Confianza en sí mismo para poder gestionar situaciones de crisis.
- Capacidad de tomar decisiones de manera eficaz y con criterio objetivo.
- El líder es una persona que hace uso de la comunicación asertiva.
- Expresa sus necesidades y deseos, pero también sabe escuchar.
- La escucha activa en el líder es fundamental.
- Un líder debe tener autocontrol emocional, pues la seguridad es su principal herramienta.
- Los líderes tienen gran capacidad de trabajo, no deja a su equipo trabajando solo.
- Hay en el liderazgo una gran capacidad de planificar y coordinar recursos humanos, materiales y tiempo; controlando procesos en todo momento.
- El líder es una persona amable, enérgica y carismática.
- La empatía es quizá el valor más importante en el líder.
- La justicia y el optimismo son dos cualidades añadidas en el liderazgo.
Frente a estas características, podemos considerar que hay quienes han nacido con muchas de ellas, pero la mayoría de nosotros debemos cultivarlas, hacernos con ellas e incrementarlas. Y es que todos podemos llegar a ser líderes, incluso de nuestra propia familia. Por ello, ahora te daremos algunas claves de cómo mejorar tus habilidades de liderazgo.
1. El trabajo con la autoestima
Un líder es seguro de sí mismo y debe proyectar esa seguridad al grupo, por ello debe trabajar en fortalecer su autoestima. Ésta se fundamenta en el autoconocimiento y la gestión de su propio ser (no sólo el hacer). Un líder comienza siendo líder sí mismo (auto liderazgo).
Las personas que creen que pueden alcanzar sus objetivos y solucionar problemas tienden a rendir más y mejorar su liderazgo.
Asimismo, al cerebro le importa el nivel de autoestima que tenemos, ya que ésta es una función adaptativa que entra en juego en el proceso de supervivencia. Una baja autoestima es razón de tristeza, depresión y malestar, condición que pone en juego la salud del organismo y, particularmente, del cerebro.
Por tanto, también pone en juego factores como atención, concentración, memoria y habilidad en la toma de decisiones. Y es que cuando estamos tristes somos un coctel químico que hace que nuestro cuerpo se debilite y sea causa de problemas de salud.
La autocrítica es una voz negativa que está presente en la mente de quienes no tienen una valoración positiva de sí mismos e induce al enfoque pesimista o derrotista.
La personalidad de un individuo, así como su autoestima, puede ser reflejo tanto del cerebro como de su neuroplasticidad, que pueden modificarse con el paso del tiempo y un entrenamiento constante. Esto permitirá adquirir una mayor flexibilidad frente a los pensamientos negativos y volverlos positivos. Por ello el neurofeedback dinámico es una ayuda al fortalecimiento de la autoestima.
2. Gestión emocional: inteligencia emocional
Un líder, como una persona con inteligencia emocional, sabe identificar sus emociones, nombrarlas y darles el cause apropiado. Asumir la gestión emocional es evitar etiquetar emociones como malas o prohibidas en oposición a aquellas que suelen hacernos sentir más cómodos o que consideramos positivas.
Las emociones no son un obstáculo para el líder, por el contrario, le permiten tener mucho más empatía y mejor manejo de grupo. No las rechaza ni las niega, las abraza y las nombra para dejarlas fluir.
Por ello puede entrenar con neurofeedback dinámico para afrontar nuestros miedos, elevar el estado de ánimo o reducir el estrés y la ansiedad. Una técnica que puede ser usada por quienes quieren mejorar su “tono” emocional, siendo más seguras, asertivas, afrontando mejor las cosas, relacionándose mejor con los demás, etc. En general, ganando inteligencia emocional.
De esta forma el neurofeedback puede proporcionarnos: motivación, control emocional y control de impulsos, para ayudarnos a mejorar personal, familiar y profesionalmente.
3. Mejorar el enfoque y la toma de decisiones
El líder está a cargo prácticamente de todo: es guía y es motivador, también debe ser capaz de delegar y supervisar. Se destaca para ello su capacidad de mantener la atención, la concentración y el enfoque, con el fin de tomar las mejores decisiones.
La capacidad de atención y concentración son las habilidades de liderazgo más esencial. Ya que cuando un líder pone su atención en el lugar más necesario en el momento oportuno es cuando se convierte en un activo para su organización.
Daniel Goleman, autor del libro Inteligencia Emocional, señala que fallar en concentrarse en uno mismo te deja sin rumbo, sin concentrarse en los demás te deja desinformado y fallar a la hora de concentrarse en el entorno te ciega.
Igualmente, existen diferentes metodologías que simplifican los procesos de toma decisiones, las cuales pueden ser muy útiles, especialmente cuando hay varias personas involucradas en el proceso. Los líderes pueden aprender diversos métodos de toma de decisiones y de acuerdo con la situación y el contexto, hacer uso de estas herramientas donde al seguir una serie de pasos se hace más rápido y simple el proceso.
Ahora bien, como ya lo sabes, el neurofeedback utiliza la neuroplasticidad y el poder del cerebro para autorregularse y mejorar así la atención, concentración, memoria y enfoque.
Neurofeedback dinámico favorece liderazgo
Debido a la naturaleza plástica del cerebro (neuroplasticidad) después de varias sesiones de neurofeedback dinámico, el cerebro puede comenzar a crear nuevos caminos que se vuelven automáticos.
Esto puede crear nuevos hábitos y comportamientos que ayudan a fortalecer las habilidades del cerebro del líder: atención, concentración, aprendizaje, toma de decisiones, enfoque, gestión del estrés e inteligencia emocional.
El neurofeedback dinámico, sin embargo, no puede hacer a alguien un mejor líder. Su propósito es ayudar a reorganizar el cerebro para darle a alguien el potencial de ser un mejor líder. Por lo tanto, puede hacer que el cerebro sea más eficiente y que resulte más fácil adquirir ciertos comportamientos para lograrlo.
Un buen líder es capaz de dirigir toda su capacidad de concentración de manera efectiva. Es conscientes de cómo los ven los demás, pueden controlar sus impulsos y sabe cómo se sienten, Entienden lo que los demás necesitan de ellos al mismo tiempo que pueden librarse de distracciones tanto como permitir a sus mentes pensar con libertad.
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