Estos 10 propósitos de año nuevo para cuidar el cerebro no requieren de grandes esfuerzos y puedes incorporarlos a tu estilo de vida saludable que ya practicas o vas a practicar este año.
Cada comienzo de año se nos ofrece la oportunidad de mejorar nuestra calidad de vida, así como la salud física y mental; en este nuevo ciclo alcanzar nuestro bienestar puede ser un propósito a cumplir.
Para inspirarte, te dejaremos aquí algunas cosas que puedes hacer y dejar de hacer para cuidarte más y, especialmente, para cuidar del cerebro.
Por qué cuidar especialmente el cerebro
Recordemos que el cerebro es el órgano que nos mantiene vivos y, además, comprende nuestra historia y personalidad; una falla en este órgano puede ser riesgos e incluso letal. Ello quizá sea la principal razón por la que debemos cuidar de él.
Así también, del cerebro dependen las funciones cognitivas que nos mantienen operando en el día a día; además los rápidos cambios a los que debemos adaptarnos y el ritmo de vida que hoy nos exige el entorno lo ponen a prueba constantemente, por ello cuídalo con estos hábitos:
10 Propósitos de año nuevo para cuidar el cerebro
Estos 10 propósitos de año nuevo para cuidar el cerebro no requieren de grandes esfuerzos y puedes incorporarlos a tu estilo de vida saludable que ya practicas o vas a practicar este año.
1. Seguir una alimentación mediterránea
Una dieta mediterránea sigue uno de los modelos más saludables en cuanto a alimentación se refiere. Su alto contenido de grasas saludables y omegas, como el aceite de oliva y el pescado: así como de antioxidantes presentes en frutas y vegetales son la base de una alimentación adecuada para el cerebro. Igualmente, nos beneficia su contenido en fibra proveniente de los cereales y las proteínas del huevo.
2. No saltarse el desayuno
Hay muchas personas que toman un café y salen a cumplir con su agenda diaria, saltándose la ingesta de un desayuno completo. Uno de los peores errores que podemos cometer cuando se trata de cuidar al cerebro.
Si bien todos los tiempos de comida son importantes, el desayuno constituye aproximadamente del 15 al 25% de nuestra energía diaria. Mantener el ayuno provoca hambre y estrés, por lo que tu buen humor se puede ver afectado, además de producir otros problemas.
Al no desayunar tu organismo libera más colesterol; tu cerebro sufrirá de hambre, pues las neuronas no pueden obtener su combustible de ácidos grasos como el resto del cuerpo. Si bien los tejidos pueden obtener combustible de los ácidos grasos de tu cuerpo, el cerebro no.
3. Controlar la presión arterial
Aun cuando seas joven, controlar la presión arterial se vuelve vital para la salud de todo el organismo, especialmente del cerebro. Es conveniente mantener la presión bajo control médico, especialmente si es elevada, y aunque se esté controlando con tratamiento.
La hipertensión arterial causa daño al recubrimiento interior de los vasos sanguíneos, esto puede estrechar las arterias, causa del 13% de los ataques o derrames cerebrales que ocurren cuando un vaso sanguíneo se revienta en o cerca del cerebro.
Además, el estrechamiento de las arterias disminuye la oxigenación cerebral, lo que merma las capacidades cognitivas y, en casos graves, causar hipoxia cerebral.
4. No sufrir innecesariamente
Con frecuencia sufrimos innecesariamente imaginando escenarios catastróficos o preocupándonos por asuntos de poca relevancia. El estrés y la ansiedad pueden ser factores que llevan a una acción oxidativa de las células neuronales, dañando con ello nuestras funciones cognitivas.
Si bien la vida misma puede ser motivo de dolor y una dosis de estrés, el sufrimiento psicológico es un gran enemigo del cerebro porque, cuando la situación se hace continua, se pueden dar cambios estructurales en el cerebro de forma que éste tiende a reducir su tamaño. En particular, la región afectada es el hipocampo, también relacionado con la memoria.
Lee aquí sobre el Estrés Oxidativo
5. Dormir más horas
Las personas actualmente hemos disminuido 2 horas el tiempo destinado al sueño. Múltiples dispositivos, estrés y trabajo han mermado nuestra calidad de descanso y ello es un factor determinante en el daño que podemos hacerle al cerebro.
En múltiples ocasiones aquí hemos mencionado lo importante que es dormir para preservar la salud de nuestras neuronas. Así que uno de los propósitos de año nuevo que deberías poner en primer lugar es éste.
Dormir pocas horas afecta además al hipocampo, una región del cerebro asociada con la memoria y el aprendizaje. Esto se debe a que durante el sueño se reponen los neurotransmisores cerebrales, por lo que el insomnio genera una pérdida de conectividad entre las neuronas presentes en esta área del cerebro.
6. No quedarse en el sofá
El sedentarismo debilita al cerebro e incrementa el riesgo de sufrir demencia. Un estilo de vida sedentario se relaciona directamente con el deterioro de las fibras nerviosas cerebrales, lo que puede generar declive cognitivo y pérdida de memoria, dos síntomas característicos de la demencia.
El deterioro de las fibras nerviosas ocasiona un declive cognitivo y pérdida de memoria, lo cual favorece la aparición de Demencia y Alzheimer. Esto es debido a que la falta de ejercicio provoca un adelgazamiento del Lóbulo Temporal Medial, donde se encuentran estructuras muy importantes, como el Hipocampo.
Al cerebro le gusta que te muevas, no le importa si pasas 2 horas en el gimnasio o si bailas en casa tu música favorita, lo relevante es moverse.
7. Limpiar los pensamientos
El cerebro no sabe de bromas, tus pensamientos —así como los desarrollas— son reales para él. No entiende que sólo estás imaginando escenarios negativos, los vive tal como una verdad y se transforma según esa experiencia.
Los pensamientos negativos nos hacen perder energía y nos debilitan. Son una contaminación interna que es necesario limpiar cuanto antes para que la mente se convierta en una herramienta más eficiente.
8. No quedarse mucho tiempo a solas
El aislamiento afecta directamente al cerebro, éste incrementa el nivel de cortisol (hormona del metabolismo y del estrés). La soledad crónica, por tanto, puede generar más estrés y esto además puede originar otros problemas relacionados con la capacidad de concentración, toma de decisiones y aumento de peso.
De tal forma, una manera de cuidar la salud cerebral tiene que ver con la socialización. Una conversación interesante con los demás es capaz de estimular la plasticidad neuronal y mantener saludable el cerebro.
9. Mantener actividad intelectual
Una alta reserva cognitiva puede ser una buena aliada para mantener un cerebro sano y resistir las afectaciones que el Alzheimer puede producir. Para ello es importante mantener estimulada nuestra mente con actividades que nos supongan pequeños retos.
Leer, tejer, aprender nuevos idiomas, tocar un instrumento musical e incluso la propia práctica de un deporte pueden ser esas herramientas que te ayuden a mantener tu mente activa.
10. No ingerir drogas
Si el cerebro debemos cuidar, las adicciones debemos evitar. Definitivamente, esto es algo que habremos de señalar de manera constante. Fumar, beber e ingerir otra clase de drogas y tóxicos puede ser letal para tu organismo y más para tu cerebro.
El consumo de drogas puede generar problemas para pensar con claridad, pérdida de memoria y falta de atención. Las drogas alteran la manera de pensar, sentir y comportarse de las personas debido a que afectan la neurotransmisión —el proceso de las neuronas para comunicarse—.
La exposición crónica a las drogas interrumpe la manera en que las estructuras esenciales del cerebro interactúan para controlar el comportamiento, en particular, el comportamiento específicamente relacionado al abuso de drogas.
Así como el abuso continuado puede llevar a la tolerancia o a la necesidad de dosis más altas de la droga para producir efecto, también puede llevar a la adicción, que hace que el abusador busque y consuma drogas compulsivamente.
Asimismo, puedes integrar a tu lista de propósitos hacer más cosas que te gustan y disfrutar más del aire libre; practica el mindfulness, exponte al solecito y toma agua.
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